Miles de personas, unas 8.000 según la Policía Nacional, 30.000 según los convocantes, abarrotaron este domingo las calles de Palma para volver a protestar contra la masificación turística que vive la Isla y para denunciar las consecuencias negativas de un modelo basado en la turistificación creciente de la economía.
La protesta, que según los organizadores movilizó a 30.000 personas, comenzó a las 18.20 en la Plaza de España de Palma y finalizó en el Born tras pasar por las Plaça de la Porta Pintada, las calles Sant Miquel, Palau Reial y Conqueridor, y finalmente el Born, donde se leyó el manifiesto. Cuarenta minutos después de que comenzara la marcha, a las 19.00 horas, salían los últimos manifestantes de la Plaça d’Espanya en una muestra de la masiva asistencia de ciudadanos a la protesta y en una nueva muestra del hartazgo ciudadano ante la saturación turística tras la multitudinaria manifestación del año pasado.
La policía cifró entonces la asistencia en 20.000 personas, aunque inicialmente también habló de 8.000. En cualquier caso, los organizadores multiplican por cuatro la asistencia a la movilización.
Los asistentes fueron convocados por la plataforma ‘Menys turisme, més vida’ y la manifestación se celebraba el mismo día en otros municipios turísticos, como Barcelona o San Sebastián, donde las cifras quedaron muy lejos d de la protesta de Palma. La convocatoria de la protesta era contra la saturación turística en las islas, pero entre los asistentes se vieron pancartas en las que se denuncia el precio de la vivienda, banderas palestinas en apoyo a Gaza y camisetas verdes en protesta contra el acuerdo presupuestario entre el PP y Vox que supone recortes en materia de catalán.
«Reclamamos el derecho a una vida digna, la necesidad de parar la turistificación, decrecer turísticamente y poner límites», subrayó Jaume Pujol, portavoz de la plataforma, antes de iniciarse la manifestación. Añadió que la nueva convocatoria tras la multitudinaria protesta del pasado 21 de julio se produce porque «no se nos ha hecho caso y se nos ha ignorado desde el Govern». «Lo único que han hecho es un pacto por la sostenibilidad que ha sido un fracaso porque todas las plataformas y movimientos sociales que salen aquí la han abandonado porque es una farsa», dijo.
Una de las manifestantes, Margalida Morell, de Puigpunyent, aseguró que este modelo turístico «ya no es sostenible». «En una isla con recursos limitados, no puede haber turismo sin ningún tipo de control», denunció. Fue con sus hijas, a las que auguró un futuro complicado con la vivienda. También iba en un grupo de gente con camisetas verdes. «Rechazamos este modelo lingüístico que nos quiere imponer. Queremos defender nuestra lengua», afirmó.
Un año después de la gran manifestación convocada por el Banc de Temps de Sencelles, su portavoz, Javier Barbero, lamentaba que pasado todo este tiempo, el balance es «nefasto». «Las medidas que se han propuesto no están del lado de la ciudadanía», lamentó. Denunció que los poderes públicos no han actuado para defender una «vida digna» de las personas que residen en las islas. «Hay que volver a salir a la calle e insistir en que se debe anteponer el interés general por los ciudadanos frente a los poderes económicos», añadió antes de que comenzara la protesta.
La manifestación la encabezaba una gran pancarta con el lema elegido por la plataforma en el que se leía «Basta de turismo, por una vida digna». Una gran cantidad de ciudadanos acudieron con carteles en los que se leía ‘Mallorca no está en venta’, ‘SOS residentes’, ‘Stop turistificación’, ‘PP-Vox, en venta’ o ‘Selfies más todo incluido, igual a destrucción’. Los manifestantes también llevaron a la manifestación dos enormes maquetas de un avión y de un crucero que también se vieron en las dos manifestaciones anteriores.
Entre los asistentes a la manifestación se encontraban representantes de las más de 90 entidades que apoyaban la protesta, entre ellas la OCB. Su presidente, Jaume Llabrés, estaba al frente de la pancarta de color verde, como las numerosas camisetas que se vieron en la marcha, en la que se leía ‘Llengua, escola, dignitat’.
Varios medios internacionales acudieron a la manifestación, entre ellos la BBC y cadenas alemanas, para dar cuenta de la sensación de hartazgo contra el turismo masivo que se ha instalado en parte de la sociedad balear.
Tras recorrer las principales calles del centro de Palma, la cabecera de la protesta llegó a las 19:30 a un Passeig del Born abarrotado, donde se escuchó una batucada y se leyó el manifiesto conjunto de las entidades. «El modelo turístico nos empobrece y nos conduce al colapso. El PIB per cápita hace 25 años que está en retroceso, mientras el coste de la vida, y particularmente de la vivienda, no hace más que crecer, hasta el punto de expulsar a muchos residentes de nuestros barrios», denunció la plataforma ‘Menys Turisme, Més Vida' al finalizar la movilización cuando todavía quedaban cientos de personas por llegar hasta el Born.
AngelcaídoJajajajka. Aaaai los del.pp han sido clariiiiiisimos en su legislatura. Lo que me flipa es que gent com tu encara se pensa que els politics miren per tu.....aaaaai petit....no veus que tots ells ens tenen enganats i nomes miren per ses seves butxaques. I gent com tu.... Encara creu aferrimament amb ses seves bajenades . en paquito.......ja es mort. Fes te a sa idea