La última intervención de la jornada fue la de Javier Plazas, Strategic Foresight (Lujo, Cultura y Transformación Digital), quien inició su discurso dejando claro que «esto va de personas y no podemos hacer negocios con mentalidades anteriores. Los viejos caminos no abren nuevas puertas. El negocio del lujo no va de muchos metros cuadrados, sino del retorno de la emoción y del estilo de vida. El lujo es tiempo y cultura. Tenemos que incluir el valor tiempo y el contacto humano en la conceptualización de productos y servicios».
Plazas apeló a «un discurso más emocional, transversal en la edad. No hay que obsesionarse con lo generacional. Jóvenes de diferentes puntos del planeta no viven los mismos entornos sociales, económicos o naturales, pero sí pueden estar viviendo el mismo entorno digital».
El previsor de estrategias dio especial importancia a «los proyectos que tienen impactos positivos en las comunidades locales y en el bienestar y la calidad de vida. En esa línea, la inversión puede verse atraída. Ante la inteligencia artificial, lo que no podemos perder nunca es la inteligencia artesanal».