Eines x Inserció da trabajo, en el sector textil, a personas que se encuentran en riesgo de exclusión social
Los trabajadores realizan diferentes rutas para recoger la ropa que hay en los 210 contenedores. Envían cerca de seis contenedores al mes para su triaje
Hay empresas que no solo ofrecen trabajo, sino que construyen puentes hacia una vida mejor, llena de oportunidades. Eines x Inserció es una de ellas. Es una empresa de inserción sociolaboral que no solo trabaja con textil, sino también con personas que necesitan una segunda oportunidad. Su centro de trabajo se encuentra en la calle Gremi de Sabaters del Polígono de Son Castelló, en Palma. Fundada en 2017 y propiedad de Cáritas Mallorca, Eines x Inserció es una empresa de inserción laboral que da trabajo a 24 personas, de las que 14 se encuentran en riesgo de exclusión social. El resto conforma el equipo estructural, compuesto por un técnico de acompañamiento, responsables de área, de recogida, de tienda y monitores. Cada trabajador cumple un papel fundamental dentro de la organización, ya sea recogiendo la ropa de los contenedores que Cáritas tiene distribuidos por Mallorca, o vendiéndola en cualquiera de las cinco tiendas de Moda Re-.
Eines x Inserció se dedica principalmente a dos actividades: la recogida de ropa y la venta en sus tiendas de las prendas recicladas. Los trabajadores recogen toda la ropa depositada en los más de 210 contenedores repartidos por la isla, además de las donaciones que hacen tanto particulares como empresas, como de Inditex, que dona ropa nueva que no supera sus controles de calidad. Esto permite ofrecer productos de calidad a precios accesibles. Toda la ropa recogida se almacena en bolsas grandes, llamadas big bags, que se prensan y se envían a plantas de tratamiento en Barcelona o València. Allí comienza el proceso de triaje, donde se determina qué prendas pueden reutilizarse, cuáles pueden reciclarse y cuáles deben ser incineradas por no ser aptas para su reutilización. De media, cada mes se envían cerca de seis contenedores, aunque esta cifra varía en función del volumen de ropa recogido.
En 2024, la empresa recogió 1.185.712 kg de ropa de los 210 contenedores y recorrió más de 170.000 kilómetros por la isla con las seis furgonetas que tienen. Gracias a este proyecto, Eines x Inserció no solo da empleo, sino que también participa activamente en la economía circular textil, promoviendo un consumo responsable y solidario. Sin embargo, Eines x Inserció no solo se enfoca únicamente en las cifras: su prioridad es que las personas que participan en su labor diaria logren reinsertarse en la sociedad y encontrar trabajo por sí mismas. «Cuando recibimos los currículums, no sabemos los problemas de cada uno, pero sí que sabemos que todos tienen algo en común: están en riesgo de exclusión social», explica el gerente de Eines x Inserció, Félix Sánchez.
Félix Sánchez es el gerente de Eines x Inserció.
Cuando hay una vacante, la empresa lo comunica a Cáritas, que cuenta con un servicio de orientación laboral. Si hay un perfil adecuado y en situación de inserción, se le entrevista. En caso de no haber candidatos disponibles, se informa a la red de entidades colaboradoras: servicios sociales de los distintos ayuntamientos, la red Incorpora, el IMAS y otras organizaciones, como por ejemplo Es Garrover y Projecte Home que forman parte de la red Incorpora que trabajan con personas en situación de exclusión. La técnica de acompañamiento y el responsable del área correspondiente son los encargados de realizar las entrevistas. «Para las recogidas buscamos a personas con carné de conducir, pero no todos lo tienen, lo que reduce el número de candidatos a los que podemos entrevistar. En las tiendas es diferente, ya que normalmente hay más personas disponibles», comenta Sánchez. No obstante, las personas que no han sido seleccionadas se tienen en cuenta para futuras vacantes.
A todos los trabajadores se les realiza un diagnóstico. «Si todos partieran de unas condiciones normales, podrían encontrar trabajo como cualquier otra persona. Pero esa carencia que les impide acceder al empleo es lo que trabajamos aquí». Los contratos de inserción tienen una duración mínima de seis meses y máxima de tres años, según marca la ley. Durante ese tiempo, los trabajadores desarrollan competencias y habilidades necesarias para acceder al mercado laboral por sí mismos. «Normalmente, no llegan a estar los tres años, sino que están preparados mucho antes, aunque todo depende de cada caso: hay quienes avanzan rápidamente y hay otros que necesitan más tiempo», afirma el gerente.
Los perfiles que hay en Eines x Inserció son variados: desde amas de casa sin experiencia laboral ni formación, hasta personas que han estado en prisión o desempleados de larga duración. «Hay muchos perfiles distintos. Algunos aprovechan muy bien la oportunidad, mientras que a otros les cuesta un poco más», admite Sánchez. Una vez seleccionados, se les incorpora al área correspondiente. Los técnicos o monitores los acompañan, supervisan y organizan el trabajo. «Son quienes están pendientes de ellos y trabajan las competencias necesarias para su inserción». Durante su estancia, realizan formaciones internas (impartidas por los técnicos) y externas, como el carné de carretillero o de conducir. Gracias al Fondo Social Europeo y otras subvenciones que reciben por parte de las instituciones, Eines x Inserció puede cubrir el coste de estas formaciones, entre otras cuestiones. «Si la técnica de inserción lo considera y la persona está dispuesta, les financiamos el carné de conducir. Ahora mismo, una trabajadora de tienda está sacándoselo, y otro, el de camión».
El proceso de acompañamiento incluye evaluaciones periódicas. La primera se realiza dentro de los tres primeros meses, en lo que se denomina plan de trabajo. En este, trabajador y técnica definen objetivos, áreas de mejora y formaciones necesarias. Estas metas se evalúan a lo largo del tiempo. Cuando la técnica considera que la persona está preparada, se les enseña a hacer una búsqueda activa de empleo y a redactar su currículum. En ese momento, entra en juego el servicio laboral de Cáritas, que orienta y continúa el acompañamiento. «Esto no significa que cuando salga de aquí tengan trabajo, sino que están preparados para encontrarlo. Nosotros no les buscamos empleo, sino que acompañamos al trabajador», explica Sánchez.
La ropa se mete en unas bolsas llamadas ‘big bags’ para luego ser prensadas y enviadas a las diferentes plantas de reciclaje.
La empresa, junto con Cáritas, realiza un seguimiento de seis meses tras la salida del trabajador, aunque se mantiene un contacto de ayuda y acompañamiento. «Algunos regresan al cabo de los años a contarnos cómo les va. Casi siempre lo hacen con agradecimiento, por el trato recibido y porque se sintieron a gusto aquí». La técnica durante este año se pone en contacto con ellos para conocer su situación actual «les preguntamos si les puede ayudar en algo, la relación se mantiene. Al final, nosotros tenemos una relación muy personal con los trabajadores», confiesa Sánchez.
Cuando un trabajador sale de la empresa, no puede regresar con un contrato de inserción, ya que la ley exige un periodo de espera. Sin embargo, pueden volver con un contrato laboral. «Si tenemos bajas o necesitamos cubrir vacaciones, recurrimos a personas que ya han trabajado aquí. Si están disponibles, les ofrecemos el puesto. Eso sí, antes de dar el paso y de salir de Eines x Inserció hay que pensarlo bien, porque si no superan el periodo de prueba en el nuevo empleo, no pueden regresar con contrato de inserción y se pierde el derecho a paro y ayudas». No obstante, lo que es importante para la entidad es «cuando viene una persona que está aislada del mundo y entra aquí, después de una semana ve las cosas totalmente diferentes. Pasa de ser una persona totalmente abatida, a ser una persona con alegría. Esto se nota en el ambiente que hemos creado mediante la ayuda y el apoyo que le damos al personal», admite Sánchez.
LAS TIENDAS. Moda Re- es una cooperativa de iniciativa social sin ánimo de lucro promovida por Cáritas, que se dedica a gestionar todo el ciclo de la ropa usada. Actualmente, cuentan con cinco tiendas Moda Re, dos en Palma (en la calle de Sant Felip Neri, 1, y en la calle de Francesc Fiol i Juan, 9), una en Inca (plaza Santa Maria la Major, 18), otra en Manacor (Carrer Major, 4) y una móvil. La segunda tienda en Palma la inauguraron hace pocas semanas. En ellas se venden las prendas recogidas que han sido recicladas o reutilizadas. Además se da empleo a las personas con riesgo de exclusión social.
Cualquier persona puede comprar en estas tiendas, independientemente de su situación. Aunque, quienes realmente necesitan ropa, a través de las trabajadoras sociales de Cáritas, se emite un vale que certifica esa necesidad y con el que pueden ir a la tienda a elegir ropa por un valor determinado a coste cero. «Para nosotros son clientes como cualquier otro. A ellos se les entrega ropa mediante vales proporcionados por Cáritas, que luego nos reembolsan el importe», explica el gerente. Esta herramienta permitirá en un futuro poder ofrecer este servicio a diferentes entidades, ya que se puede destinar un presupuesto establecido a las personas que lo necesiten. «Con esta herramienta el ayuntamiento podrá destinar un presupuesto a la entrega de ropa y con esta herramienta podrán controlar lo que han gastado y lo que les queda por gastar. Además de lo que se ha entregado», cuenta Sánchez.
La tienda móvil recorre diversos mercados de la isla con un doble objetivo: vender ropa y ser un punto de sensibilización. Los propios trabajadores informan sobre el impacto social y medioambiental del proyecto. Ellos explican el ciclo de la ropa y el proceso de recuperación de personas mediante el trabajo. «Nos apoyamos con información a través de folletos, además la furgoneta que está rotulada con mensajes. También preparamos a nuestros empleados para que sepan explicar lo que hacemos y para que la gente conozca qué es una empresa de inserción», explica Sánchez.
Por el momento, solo hay una persona que trabaja en la tienda móvil, aunque la intención es ampliar el equipo. «Estamos teniendo muchas dificultades para encontrar a alguien que conduzca el camión. Queremos contratar a una persona de inserción para poder darles más trabajo, pero no está dando resultado. La persona que se encarga ahora de la tienda móvil se está sacando el carné de coche y nuestra idea es que, en un futuro, se quede con nosotros», confiesa Sánchez.
PROBLEMÁTICA. Uno de los principales problemas a los que se enfrenta Eines x Inserció es la baja calidad de la ropa, provocada por el fast fashion, que son prendas de poca calidad a bajo coste. «La nueva ley de residuos obliga a separar y recoger el textil, por lo que cada vez recogemos más ropa. Pero una gran parte no se puede reutilizar, y eso nos afecta porque el valor del kilo de ropa disminuye», admite Sánchez. Eines x Inserció vende la ropa recogida a una entidad de Moda Re- a un precio cerrado, y luego cuando se ha tratado se compra, de nuevo, para abastecer las tiendas.
Además, la falta de licitaciones municipales para la recogida textil también supone una dificultad y les está influyendo negativamente. «Si los ayuntamientos no sacan las licitaciones a concurso y no nos pagan por la gestión de recogida textil en los contenedores, tendremos muchas dificultades, de hecho, ya las tenemos. La ley de residuos les obliga a sacar, al menos, el 50% de la licitación que se haga con un contrato reservado. Es una figura que utiliza la ley de contratos para beneficiar a ciertas entidades, como son las empresas de inserción y de centros especiales de ocupación», advierte Sánchez. A esto se le suman los conflictos internacionales como el de Rusia y Ucrania, el Líbano o en los países africanos que forman parte del Sahel que provoca un exceso de oferta y, por tanto, afecta de forma negativa en el precio.
A pesar de todo, Eines x Inserció es más que una empresa: es una oportunidad para las personas que más lo necesitan. Allí se les acompaña, se forma, y se construye un puente a las personas que se encuentran en riesgo de exclusión social, ellos son los que deciden si lo cruzan o no. «Nuestro trabajo es demostrar que estas personas pueden trabajar como cualquier otra. Queremos demostrar que les faltaba no era capacidad, sino oportunidades», explica Sánchez. Y, eso es justo lo que ofrece Eines x Inserció: una segunda oportunidad.