Ni el castillo de Bellver es el único de planta circular como se presume ni el rosetón de la Seu es el más grande de todo el gótico. Lo que no quita que sean magníficos y motivo de orgullo. Tampoco es cierto, como han dicho algunos políticos muy recientemente y hasta la saciedad que el Casc Antic de Palma sea el más grande de Europa. Para derribar estas creencias (algunas que podrían considerarse imprecisiones, otras auténticas exageraciones) se ha creado la ruta Palma Mentirosa, cuyo provocador título es un cebo perfecto para llamar la atención de los curiosos.
¿Está la imagen de Ciutat envuelta en falacias? Iván Cerdà, su ideólogo y guía por las patrañas de la ciudad, sonríe: «Sé que es un título provocador, que gira en torno a los mitos y bulos que se han creado para hacer la ciudad más atractiva al turismo. Son frases que siempre se han dicho y que no rebatimos ni contrastamos».

Una de los primeros mitos que se encarga de derribar es que el castillo de Bellver es el único de planta circular. «En el Vaticano está el castillo de Santangelo. Estos edificios tardan en construirse a lo largo de varias centurias», aclara Cerdà, pero la auténtica proeza es que «Bellver se hizo en once años. Incluso pidieron permiso para poder seguir construyendo los domingos», aclara el guía. Otros castillos circulares son el Chateau de Montaner, en Francia, o el castillo de York, en Gran Bretaña. Pero es imposible que hagan sombra al imponente castillo de Bellver.
Otro asunto fue la Catedral de Mallorca, cuya construcción se prolongó tres siglos. Una de las frases que más se han repetido es que posee el rosetón más grande del gótico. Sin embargo, hay un matiz que desde la misma Catedral aclaran. El soberbio rosetón mide entre once y trece metros cuadrados. Sin embargo, Cerdà aclara que el de Notre Dame mide 13 metros, la misma superficie que el de la Catedral de Estrasburgo. La de Reims mide 12 metros», aclara Cerdà.
Con todo, el rosetón de la Catedral de Mallorca es una auténtica joya, de un tamaño y belleza soberbios y, además, el Vuit de la Seu congrega a miles de personas que vienen incluso de fuera de la Isla para ver cómo se alinea el reflejo del rosetón principal en la fachada principal del templo.
¿Otro mito a derribar y del que muchos presumen? «Palma no tiene el casco antiguo más grande. Es cierto que es muy importante y está muy bien conservado por las murallas. Algunos dicen que es el más grande de Europa pero los políticos suelen mentir mucho», dice con sorna Cerdà.
Y afirma que «de baluarte a baluarte hay un kilómetro de distancia, por lo que sólo tiene una superficie de un kilómetro cuadrado», afirma Cerdà, que realiza rutas culturales con Mallorca Insòlita desde 2013 para redescubrir la ciudad desde diferentes perspectivas y compartir los aspectos menos conocidos y sorprendentes de Ciutat. Para rebatir semejante mito advierte que el centro histórico de Venecia tiene siete kilómetros cuadrados, el de la ciudad de Génova (en Italia), cuatro y el de Sevilla, 3,9.
«Hay muchos ejemplos similares. Sí que es verdad que el de Palma está muy bien conservado y se puede promocionar como uno de los centros y mejor conservados», aclara el agitador cultural, que reconoce que las murallas de Palma, que se mantuvieron hasta principios del siglo XX, ayudaron al mantenimiento arquitectónico del Casc Antic.
Cerdà advierte que «Palma tuvo un papel muy importante en el siglo XIV y llegó a tener más habitantes que Barcelona. Pero Nápoles o Valencia, que son ciudades hermanas, eran más importantes y, por tanto, más grandes». Y achaca esta afirmación sobre la importancia del Casc Antic palmesano como un eslogan impuesto «de cara a la promoción turística».
Cerdà no se muerde la lengua y en sus rutas por las triquiñuelas de Palma hace un alto en el Consolat de Mar, sede del Govern balear y que él llama «la Casa de las Mentiras». La institución medieval de la Corona de Aragón que nació en el año 1326 para la resolución de conflictos entre mercaderes, patrones y marineros en realidad tuvo su sede en el edificio de la Llotja, «el edificio del gótico civil más importante».
El actual Consolat de la Mar «era un anexo de la Lonja, donde se hizo una capilla y un almacén». Por otro lado, en el edificio de la Llotja «nunca se vendió pescado. Era donde se reunían los mercaderes y nunca hubo pescado porque no se podía ni mantener ni refrigerar. Los mercaderes no tenían entre ellos a pescaderos porque no había rédito económico».
Y en cuanto a En Figuera, el reloj de Cort,« lo único que se mantiene original es la campana del siglo XIV, que estaba en la Torre de las Horas, en la actual calle Victòria. El reloj de Cort es de 1849», dice Cerdà. Con ironía y datos , se encarga de derribar las mentirijillas de una Palma sobrada de encanto.
tom meuLa mentalidad isleña y aislada es así, tienen su pequeño mundo.