Uno de los testigos clave de la causa acudió este martes a la jefatura de la Policía Nacional de Palma para denunciar amenazas de muerte. Según relató a los agentes, desde las detenciones de la semana pasada ha recibido presiones y que teme por su vida, por lo que solicitó protección policial las 24 horas del día.
La declaración de esta persona es una de las que más peso tiene en el auto del juez Penalva. Se trata de un exempleado que trabajó como director de una de las discotecas más importantes del grupo Cursach y que, tras su salida, se dedicó a trabajar en otros establecimientos.
Sus declaraciones apuntan al trato de favor recibido por parte de las policías locales de Palma y Calvià, y a la persecución sufrida cuando salió del grupo. Es el exempleado de mayor peso de todos los que constan en el auto de ingreso en prisión de la causa, que todavía permanece bajo secreto de sumario.
A lo largo de la instrucción en torno a la corrupción policial en Palma han sido constantes las denuncias de amenazas y presiones sufridas por testigos e incluso por el juez y el fiscal que lideran las pesquisas desde hace más de dos años.