El ser humano demuestra a menudo que es capaz de lo mejor y lo peor por partes iguales, y si seguimos aquella máxima que apunta a que una sociedad puede ser juzgada por la forma con la que trata a los animales, podrían encenderse todas las alarmas.
Lo cierto es que la opinión pública se muestra mucho menos permisiva que hace algún tiempo con los casos de maltrato animal, especialmente con aquellos que exhiben una especial crueldad y ensañamiento contra seres que, al fin y al cabo, son totalmente inocentes e indefensos.
Uno de los que más reacciones generaron en las últimas fechas no ocurrió en España, sino en Rumanía, donde unos individuos bañaron en alquitrán y dejaron pegados al suelo a unos cachorros. Aunque tras algunas horas de pánico los pequeños canes pudieron ser rescatados, la situación les generó a buen seguro un estrés que arrastrarán toda su vida.
Jóvenes y maltrato
Y es que al parecer, algunos creen que los animales son seres que ni sienten ni padecen. Otro ejemplo detestable es el de los jóvenes que mataron a una veintena de lechones de una forma brutal, y además lo difundieron con sus teléfonos móviles.
Maltrato animal, juventud y redes sociales son tres elementos que vuelven a coincidir en el caso vivido en una pequeña localidad manchega, donde un menor golpeó de forma durísima a un pequeño gato de forma totalmente gratuita e injustificada.
El último execrable caso es precisamente el más reciente y local, ya que lamentablemente se registró en Mallorca. Aquí un desconocido mató y alineó perfectamente a cuatro felinos por el simple motivo de realizar una foto supuestamente artística.
Motivos para la esperanza
Tras estas muestras de comportamientos penosos, que definen por sí mismos a sus autores, procede hablar también de aquellos héroes anónimos, que destacan por su amor a los animales y lo demuestran con sus acciones.
El rescate por parte de agentes de la Guardia Civil de una perra encerrada en el interior de un coche a pleno sol y con el verano ya bien entrado fue un ejemplo a seguir ampliamente reconocido por los ciudadanos.
De la misma forma, la afortunada intervención de unos operarios de Emaya salvando a un perrito atrapado en la basura recibió en su día numerosos comentarios y aplausos.
En esta línea, la fidelidad de 'Maya', una perra que aguardó durante días la salida de su dueña del hospital sin moverse de la puerta, conmovió a los amantes de los animales, ejemplificando que, a cambio de un poco de amor y dedicación, estas criaturas lo dan todo.
Finalmente, uno de los casos más sonados de los últimos tiempos ocurrió a mediados de agosto en Navarra, cuando un hombre falleció al intentar rescatar a su perro de su coche en llamas, en una trágica a la par que evidente muestra de amor.