El pleno extraordinario del Ajuntament de Binissalem ha confirmado este miércoles la aprobación inicial de la modificación de la fase 2 del Plan Parcial del polígono industrial, lo que supone la reactivación de la ampliación del polígono actual, duplicando su extensión hasta las 26 hectáreas. La sesión, convocada a las ocho y media de la mañana, ha contado con presencia de vecinos y representantes de entidades ecologistas como el GOB o GADMA que han mostrado su malestar de forma evidente y han interpelado al alcalde Víctor Martí (UxB), una vez que este había levantado la sesión, reclamando una consulta popular para decidir el futuro de esta infraestructura. La aprobación ha contado con los votos a favor del equipo de gobierno Unió per Binissalem y PSOE, además de la abstención del PP y el voto en contra de Més.
La primera intervención ha sido a cargo de la portavoz de Més per Binissalem, Maria Magdalena Pons, quien ha lamentado «la falta de información, incluso en la comisión informativa del pasado jueves en la que Unió per Binissalem y PSIB-PSOE se negaron a contestar todas las preguntas que hicimos y no se dignaron a explicarnos las razones por las que hoy lleva este proyecto a aprobación y cuáles son sus bonanzas, qué beneficios aportará al pueblo».
Desde Més han indicado que la única información que han recibido «es el proyecto del promotor, un informe jurídico externo y otro del arquitecto municipal. Todos los datos que hemos reclamado durante dos años, incluso la Mesa del Parlament, sobre las supuestas indemnizaciones que se deberían otorgar en caso de no llevarse a cabo el polígono no nos han llegado».
Maria Magdalena Pons ha repasado «los cuarenta años de historia que llevamos con este polígono, con la aprobación en 1998 de la primera fase. En 2008, el Consell aprobó una desclasificación de parte de la segunda fase, lo que llevó a la ruptura de un pacto municipal, y se determinó que en un plazo de seis meses ese plan parcial se tenía que adaptar al Plan General. Eso no ocurrió ni en ese año, ni en los posteriores. No fue hasta el año 2019 cuando los promotores volvieron a mostrar interés y su voluntad de desarrollar esta segunda fase. Queremos dejar claro que cualquier alteración de la ordenación urbanística efectuada una vez acabado el plazo establecido para el desarrollo no daba derecho a indemnizaciones».
Més ha advertido que «si lo que hoy se aprueba inicialmente acaba aprobándose de forma definitiva, sí que dará lugar a indemnizaciones, que serán millonarias y eso será gracias a los votos favorables de UxB y PSOE». Maria Magdalena Pons ha cuestionado «las prisas injustificadas, comisiones y plenos extraordinarios del proceso. Eso puede significar que hay alguna cosa que no sabemos, información que no se ha querido compartir, lo que hace aflorar sospechas de esta actuación. En 1998 la razón de esta segunda fase se basó en la necesidad de sacar la fábrica de Buades del interior del pueblo, pero ahora el único compromiso en firme que tenemos son cuatro empresas de fuera del municipio que no tienen ningún vínculo con Binissalem».
Desde el PP, su portavoz Catalina Maria Mascaró ha reiterado la necesidad de disponer «de un informe que demuestre cuál es la cantidad exacta se debería pagar como indemnización por parte de este Ajuntament. Una vez más hemos encontrado falta de transparencia en asuntos importantes». El PP ha reclamado «un mejor mantenimiento del actual polígono que ya tenemos».
La siguiente intervención ha sido la del portavoz del PSOE, Pep Maria Pons, precedida de voces desde la zona del público porque no se escuchaba su intervención y de algún grito de «estás avergonzado. Qui xerra clar, l'entenen». Pons se ha limitado a decir que «el 26 de mayo se convocó la comisión informativa y está disponible toda la documentación referente a esta modificación del plan parcial. Ahora se abre un periodo de consultas para alegaciones, además de enviarse a todos los organismos competentes para que formulen sus informes correspondientes».
Desde UxB no ha habido ninguna intervención y el alcalde ha pasado a la votación. Una vez debatido el segundo punto del día referente a las distinciones del Ajuntament, se ha levantado la sesión aunque desde el público han intervenido. Un ciudadano ha planteado al pleno la posibilidad de emprender una consulta popular para determinar el futuro del polígono, a lo que el alcalde ha acabado contestando que «se puede estudiar». Uno de los propietarios de terrenos anexos a este futuro polígono, Andreu Delacio, ha preguntado insistentemente «por qué hemos tenido que recurrir a Transparència» y posteriormente ha declarado que «despachar un asunto tan importante para el pueblo con un pleno de veinte minutos es un motivo más de sospecha hacia este equipo de gobierno que no se ha dignado a mirarnos a la cara durante la sesión».
Desde GADMA, su portavoz Bernat Fiol denuncia que «nuestros políticos han destrozado el pueblo en 25 años. Primero con la fábrica Buades, después con la urbanización de Es Rasquell y ahora con esta segunda fase del polígono. Nos han tomado el pelo descaradamente y tenemos que lamentar que no dejan nada para el futuro».
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