Lanzada una temporada que promete récords de ocupación en Mallorca, a la par se ha disparado la crispación y preocupación de la ciudadanía, que ha alcanzado ya a las propias instituciones y a parte de los sectores implicados en el mundo del turismo. Apenas iniciada la primavera, las colas y retenciones de tráfico y el colapso en zonas como el centro de Palma y sus accesos ya forman parte del paisaje. Y lo hacen antes de tiempo, avanzándose en el calendario como lo hace también en su recta final, alcanzando ya el mes de octubre, e incluso noviembre.
Esa tensión e inquietud ha derivado en las primeras corrientes de protestas y movilizaciones como la del próximo 25 de mayo. Diferentes colectivos saldrá a la calle y otros ya anuncian acciones de otro calado, como las que el pasado verano se produjeron en la carretera de la Serra de Tramuntana, la transitada Ma-10.
Las imágenes de largas colas para acceder a Sóller desde la boca sur del túnel y que se extendían hasta la capital de la Vall han sido la primera señal de alarma seria. Situaciones que pueden repetirse y elevar su gravedad con la llegada del verano y ante las que algunos ayuntamientos ya han tomado cartas en forma de medidas preventivas o restrictivas.
Lugares mediáticos, emblemáticos y popularizados a través de las redes como el Caló des Moro, Sa Calobra, Es Trenc o el faro de Formentor son escenario de imágenes que restan más que suman. A continuación, conoceremos algunos de los puntos calientes de la masificación en Mallorca.
Palma y sus accesos
Palma es lugar obligado de visita para los turistas que pasan por Mallorca. Pero la llegada de cruceros, unida a los vehículos de alquiler que saturan sus aparcamientos y accesos y factores añadidos como las populares ya 'operación nube' convierte en irrespirable el centro de la capital en plena temporada alta. Moverse o pasear se convierte en misión imposible, más en la zona de acceso desde Moll Vell y en las proximidades de la Catedral, punto obligado de paso para los turistas.
Caló des Moro
Sin duda, una de las grandes víctimas de las redes sociales. La difusión de las imágenes de este bello rincón del sureste de Mallorca, pero también las de las largas colas -de hasta cuatro horas- para acceder a ella y el caos para hacerlo con vehículos a motor, han ayudado por a un escenario idílico convertido en uno de los iconos de la saturación turística, con el consiguiente malestar vecinal generado.
Sóller-Port de Sóller
Ha sido la última incorporación a este triste álbum. Lo ha sido a merced de las kilométricas colas y retenciones de tráfico en plena primavera, que desde Sóller y la carretera del Port se prolongaban hasta la zona de Bunyola. Una situación que generó enorme alarma, pues la capital de la Vall es un lugar visitado por miles de turistas que llegan con sus vehículos de alquiler o bien a través del Tren de Sóller, además de ser punto de paso y conexión con el resto de la Serra.
Es Trenc-Ses Covetes
Sin duda, uno de los puntos más solicitados al ser el arenal más grande de Mallorca. Allí, las medidas restrictivas han sido tomada desde hace años, en especial por ser una zona protegida. Aparcamientos disuasorios, autobuses lanzadera... Es Trenc y Ses Covetes son una 'zona cero' histórica dentro de un espacio en el que los problemas se alargan hacia otras áreas próximas como Es Caragol. De hecho, e,l Govern instalará este verano sensores digitales en el parque natural de Es Trenc-Es Salobrar para conocer la afluencia de personas que visitan el arenal y poder diagnosticar así qué presión sufre el parque.
Cala Varques
Las imágenes de la carretera de Cala Varques repleta de coches en la cuneta encendieron las alarmas. Tal fue la deriva que el Ajuntament de Manacor tuvo que activar el 'Pla Especial per a l'Adeqüació de l'accès a Cala Varques', poniendo en marcha aparcamientos para los coches y las bicicletas con el objetivo de poner fin a una problemática que superó todas las expectativas.
Es Colomer-Faro de Formentor
Otra de las grandes postales de Mallorca deja es la del mirador des Colomer y el faro de Formentor, con la playa entre medias. En el primero, el amanecer y los atardeceres son los más codiciados, más con las restricciones de tráfico que se aplicarán del 1 de junio al 30 de septiembre, cuando se impedirá la circulación hasta la punta de 10 a 22:30 horas, habilitándose un autobús lanzadera desde el Port d'Alcúdia. El primer corte se hace en la base militar del Port de Pollença, para una vez completado el aforo en el mirador y la playa bajar la barrera y sancionar a quienes se salten estas prohibiciones de acceso y circulación. A primera hora de la mañana, especialmente, las grandes cantidades de visitantes dejan imágenes de un pasado masificado.
Sa Foradada
Uno de los grandes miradores de la Serra de Tramuntana, entre Valldemossa y Deià, se ha convertido en otro lugar de peregrinaje. Por ello, se han tomado medidas de control de acceso al aparcamiento, aunque los vehículos aparcados en la carretera plasman esa masificación que se refleja, de manera especial, en las puestas de sol, que se han convertido en visita obligada durante el verano mallorquín. No muy lejos, el Port de Valldemossa es otro lugar de acceso único codiciado por sus puestas de sol. Al igual que Deià o Llucalcari, también activos a la hora de regular accesos y tráfico.
Alcanada
Ese rincón del norte de Mallorca, en Alcúdia, además de ser una zona de turismo residencial, se ha encontrado en los últimos tiempos con la proliferación de las caravanas, que han ocupado espacios prohibidos para el acceso, llevando al consistorio a tomar medidas disuasorias e instalar protecciones y piedras para evitar su acceso. Las vistas de la bahía son su gran aliciente y reclamo para dormir allí en sus caravanas.
Sa Calobra-Torrent de Pareis-Cala Tuent
La sinuosa carretera que conduce hasta Sa Calobra, y en consecuencia a Cala Tuent y el Torrent de Pareis, se convierte en una trampa cuando hay algún percance (averías de autocares, accidentes de tráfico...). El volumen de visitantes ha llevado al Ajuntament d'Escorca a limitar el acceso y las plazas de aparcamiento, sin descartarse en algún momento regular el acceso a la vía desde su inicio.
Ma-10
La carretera de la Serra de Tramuntana, que atraviesa la Isla desde Pollença hasta Andratx a lo largo de más de 100 kilómetros, pasando por algunos municipios castigados por la saturación (Valldemossa, Deià, Sóller, Andratx....), es un punto de lo más caliente. El constante tráfico de vehículos, las dificultades de acceso y aparcamiento cuando la vía se carga y, durante buena parte del año, la celebración de pruebas deportivas, unidas a la crispación por la circulación de motos durante los fines de semana, han hecho de esa vía una zona de conflicto que ya ha derivado en protestas puntuales el pasado verano, en Banyalbufar. Además, los vecinos y residentes ya se han instaurado como plataforma: Indignats Ma-10.