Enfrentamiento dentro el Govern. La secretaria autonómica d'Universitat i Política Lingüística, Agustina Vilaret, se ha plantado y ha calificado este viernes de «gravísimo» que desde la Conselleria de Salut se minimicen las cifras de conflictos lingüísticos en el ámbito sanitario público. «Cualquier discriminación o agresión, de cualquier tipo, es inaceptable. La intolerancia y la violencia no se pueden banalizar», ha señalado Vilaret.
En este sentido, el coordinador de Més Antoni Noguera se limitó el pasado miércoles a «censurar la actitud pasiva» del PSOE ante estos casos de discriminación lingüística, y anunció que trasladaría esta decepción a los socios del pacto, en declaraciones a la agencia Europa Press.
Las bases del partido han pedido una actitud más beligerante ante la pasividad de la conselleria que dirige Patricia Gómez. El mensaje de Vilaret iría en sintonía con este malestar en el partido.
Vilaret se refiere al 40 por ciento de las denuncias que ha recibido la Oficina de Defensa dels Drets Lingüístics del Govern que afectan al IB-Salut. En total, 58 casos en diez meses. En los últimos meses han proliferado las denuncias de pacientes quejándose de que el personal sanitario les obligaba a hablar en catalán. La semana pasada, una enfermera del centro de salud de Campos dijo a un paciente que «va a necesitar usted que alguien le traduzca», según el relato del afectado. Otro caso reciente ocurrió en centro de salud de Son Pisà, cuando una médico «se negó a entender» a una mujer de 79 años que le habló en catalán.
Los dirigentes políticos de la Conselleria de Salut han guardado silencio sobre estas denuncias por discriminación lingüística. No obstante, el IB-Salut ha minimizado su incidencia al señalar que estas 58 quejas presentadas ante la Oficina de Defensa dels Drets Lingüístics solo «suponen un 0,00058 por ciento de las interrelaciones profesional sanitario - paciente» que se llevan a cabo al año en la sanidad pública.