Mallorca, la mayor de las Islas Baleares, es un destino popular no solo por sus playas, sino también por su riqueza cultural, histórica y natural. National Geographic destaca algunos de los lugares más emblemáticos de esta isla paradisíaca, cada uno ofreciendo un pedazo de su belleza y encanto.
Palma de Mallorca: entre historia y modernidad
La capital de la isla, Palma, ha transformado su imagen en los últimos años, combinando la arquitectura medieval con un aire chic y moderno. El recorrido en Palma inicia en su casco antiguo, dominado por la majestuosa Catedral-Basílica de Santa María, conocida como La Seu. Esta imponente construcción, que parece un trasatlántico avanzando hacia la bahía, alberga obras de Antoni Gaudí y Miquel Barceló en su interior.
Los museos de Mallorca: un tributo al arte y la cultura
Mallorca no es solo sol y playa; también es un centro cultural de renombre. Entre sus museos más destacados se encuentra la Fundación Juan March, que alberga una notable colección de arte contemporáneo, mientras que Es Baluard, con sus vistas al mar, se enfoca en piezas desde el siglo XIX hasta la actualidad. La Fundación Joan Miró, por su parte, es un tributo al artista catalán y exhibe su obra en un edificio diseñado por el arquitecto Josep Lluís Sert.
Valldemossa: historia y naturaleza en la Serra de Tramuntana
Situado en la Serra de Tramuntana, Valldemossa es un pintoresco pueblo conocido por haber sido refugio de la escritora George Sand y el compositor Frédéric Chopin. La Cartuja de Valldemossa, donde ambos residieron brevemente, es una parada obligada. Este encantador lugar invita a probar la famosa coca de patata en Ca’n Molinas, una tradición local.
Además, la Serra de Tramuntana, Patrimonio de la Humanidad, ofrece una experiencia de senderismo y ciclismo sin igual. Los caminos de montaña, como el GR-221 o Ruta de la Pedra en Sec, llevan a los excursionistas a través de paisajes de ensueño. Los ciclistas, por su parte, encuentran un paraíso en las carreteras serpentinas que se extienden desde Andratx hasta Formentor, pasando por algunos de los pueblos más hermosos de la isla.
Sa Calobra y Torrent de Pareis: belleza natural inigualable
La carretera de Sa Calobra, famosa por sus curvas y vistas espectaculares, lleva a una de las playas más hermosas de Mallorca. Sa Calobra, junto al Torrent de Pareis, ofrece un paisaje único con aguas cristalinas rodeadas de acantilados. Este sitio es tan especial que, desde 1964, es el escenario del "Concert de Sa Calobra", un recital de música clásica en plena naturaleza.
Sóller y Alcúdia: un viaje al pasado
Con su famoso tranvía que atraviesa el centro del pueblo y la iglesia de San Bartolomé, Sóller evoca una atmósfera nostálgica. Su pasado comercial, vinculado a Francia, ha dejado una impronta visible en su arquitectura y en su oferta cultural. Can Prunera, un museo de arte modernista, es una parada recomendada, así como las pastelerías donde se pueden probar los famosos quartos embetumats.
Por su parte, la histórica Alcúdia cuenta con un pintoresco casco antiguo rodeado por murallas medievales y la impresionante bahía que se extiende ante ella. El puerto de Alcúdia es ideal para disfrutar de la gastronomía local, mientras que el casco antiguo invita a pasear entre elegantes casas señoriales.