La reciente aparición de una gran serpiente en las aguas próximas a Portinatx, al norte de Ibiza, ha generado revuelo tanto entre residentes como expertos en fauna silvestre de las Islas Baleares. Dos navegantes se toparon inesperadamente con una serpiente de más de 1,70 metros de longitud mientras disfrutaban del mar. El acontecimiento fue documentado en vídeo y rápidamente se viralizó, avivando la inquietud sobre la proliferación de este animal desconocido para muchos en el archipiélago balear.
Una serpiente cada vez más común
Se ha identificado al animal como una culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis), un reptil autóctono del sur de Europa que, si bien forma parte de la biodiversidad en lugares como la península ibérica, supone un motivo de discusión en las islas. Este ejemplar destaca por su notable tamaño, pudiendo alcanzar y superar los 2 metros, una longitud considerable si tenemos en cuenta el asombro que produjo entre los testigos del encuentro. Posee un patrón distintivo en la parte posterior de la cabeza, semejante a una herradura, del que deriva su nombre común.
En cuanto a su comportamiento, se reconoce por ser diurna, extremadamente ágil y hábil trepadora. Su dieta varía desde lagartijas y pequeños mamíferos hasta huevos y crías de diferentes aves como perdices y codornices, colocándola en la cúspide de la cadena alimentaria local allí donde logra consolidarse.
Expansión y establecimiento accidental en Baleares
Aunque originalmente la culebra de herradura habitaba regiones mediterráneas de España y norte de África, su presencia en Ibiza, Formentera y Mallorca es relativamente reciente. Diversas fuentes coinciden en que su llegada se remonta al año 2003 y que, muy probablemente, ocurrió de manera involuntaria cuando algunos troncos de olivo transportados desde la península ocultaban huevos o ejemplares juveniles. Desde entonces, la especie encontró en el archipiélago un entorno con abundantes recursos y, lo más relevante, una ausencia de grandes depredadores naturales que pusieran límite a su población.
Empleado métodos de control como capturas periódicas, se calcula que solo en Formentera se han registrado entre 600 y 800 ejemplares en los últimos años, mientras que en Ibiza la cifra podría alcanzar los 2.000. Mallorca también reporta numerosos casos, lo que indica una rápida y sostenida expansión.
Amenazas a la fauna endémica y alteraciones del ecosistema
La cada vez mayor presencia de la culebra de herradura en Baleares ya ha causado preocupación entre biólogos y autoridades medioambientales. El motivo principal de alarma reside en su dieta variada, que incluye especies únicas de lagartijas como la Podarcis pityusensis y numerosas aves nidificantes de las que depende el equilibrio natural de estas islas. La presión que ejerce sobre estos animales, sumada a la ausencia de amenazas naturales, ha desatado un descenso poblacional notable entre algunas especies autóctonas.
Además, la tendencia de este reptil a instalarse en zonas cercanas a viviendas y áreas de actividad humana multiplica las posibilidades de interacción con mascotas y personas. Aunque su mordedura no es venenosa, genera desconfianza y temor en la población, especialmente en lugares de alta densidad turística como Ibiza.
Avore si sa gent se n'entera i deixa ja de venir a Eivissa.