Día Mundial del Pepino: Un brindis fresco con tarator

El 13 de junio se celebra el Día Mundial del Pepino, una excusa perfecta para reivindicar a este humilde pero refrescante ingrediente

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El 13 de junio se celebra el Día Mundial del Pepino, una excusa perfecta para reivindicar a este humilde pero refrescante ingrediente que ha formado parte de cocinas tradicionales desde tiempos remotos. En pleno calor de verano, ¿qué mejor forma de homenajearlo que con un cuenco bien frío de tarator, una sopa búlgara ligera y deliciosa que es prácticamente verano en estado líquido?

El tarator tiene sus raíces en los Balcanes, aunque comparte ADN con otras recetas similares como el tzatziki griego o el cacık turco. Se trata de una sopa fría elaborada a base de yogur natural, pepino rallado, ajo, nueces, eneldo y aceite de oliva. Aunque cada región le da su toque personal, su esencia es siempre la misma: frescura y sencillez.

En Bulgaria, el tarator se sirve como primer plato, acompañado muchas veces de pan plano o nueces enteras. En Macedonia del Norte y Albania, se puede encontrar una versión más líquida, casi para beber, mientras que en Grecia su primo el tzatziki es más espeso y se usa como acompañamiento. Incluso en Turquía, su versión cacık puede incluir menta, lo que le da un frescor aún más marcado.
Lo bello del tarator es que se adapta: puedes hacerlo más denso si lo sirves como dip o aligerarlo con un poco de agua fría si lo quieres como sopa. Aquí va mi versión preferida, inspirada en los veranos de los Balcanes pero con un pequeño giro mediterráneo:

Tarator mediterráneo, paso a paso (para 2 personas)

Ingredientes: 1 pepino mediano, pelado y rallado, 250 g de yogur griego natural, 1 diente de ajo pequeño, machacado, unas ramitas de eneldo fresco, picado, un puñado de nueces troceadas (opcional), 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, zumo de medio limón, sal y pimienta al gusto, agua muy fría (según textura deseada).

Preparación: En un bol grande, mezcla el yogur con el ajo, el eneldo, el zumo de limón y el aceite. Añade el pepino rallado y, si lo deseas, las nueces. Ajusta la textura añadiendo agua fría poco a poco hasta que quede como una sopa ligera. Salpimenta al gusto y deja enfriar en la nevera al menos una hora antes de servir.

Sirve con unas gotas de aceite por encima y un toque extra de eneldo. Refrescante, sabroso y cargado de historia. ¡Feliz Día del Pepino!