La ciudad de Palma ha vivido un preocupante repunte de la siniestralidad vial durante las últimas 24 horas, con al menos cuatro accidentes de tráfico registrados en distintos puntos del municipio. Algunos de estos siniestros se han producido por causas relacionadas con el consumo de alcohol y la velocidad, factores que vuelven a estar en el punto de mira de la Policía Local.
El caso más reciente tuvo lugar en la tarde de este lunes, en la calle Monseñor Palmer. Un coche se subió a la acera y derribó varios pivotes metálicos instalados para proteger a los peatones, justo frente al restaurante japonés Izakaya. Afortunadamente no se produjeron heridos, pero el susto entre los viandantes fue considerable.
En la madrugada del domingo, una conductora terminó sobre la mediana de la avenida del Comte de Sallent después de perder el control de su coche tras cuatriplicar la tasa de alcohol permitida. Aunque no hubo heridos graves, el siniestro hizo que las autoridades encendieran las alarmas sobre el estado de la seguridad vial en la ciudad.
Ese mismo día, el Palau de la Premsa del Passeig Mallorca fue escenario de un espectacular accidente cuando un Volkswagen Golf, que circulaba a gran velocidad, impactó contra un coche aparcado tras perder el control. El conductor resultó ileso, pero al igual que el accidente que se había producido unas horas antes, también dio positivo en alcohol, lo que agrava la gravedad del incidente y refleja un patrón preocupante.
Desde la Policía Local se informó además de un cuarto accidente, en el que otro conductor estampó su vehículo contra un poste del tren de Sóller en Eusebi Estada tras despistarse manipulando la pantalla de su coche. Este cúmulo de incidentes en tan poco tiempo ha motivado un refuerzo de los controles preventivos en las principales arterias de Palma.
Según datos recientes, las víctimas mortales por accidentes de tráfico se han disparado en Mallorca durante este 2025. Aunque todavía no ha terminado el primer semestre del año, las cifras ya se han disparado un 20%, lo que ha encendido todas las alarmas en las instituciones y cuerpos de seguridad.
Algunos expertos señalan que el colapso diario del tráfico en Palma podría estar detrás del aumento de accidentes. El estrés, las prisas y la densidad circulatoria favorecen maniobras peligrosas y errores humanos que derivan en siniestros, a menudo evitables con una conducción más consciente.
Con este panorama, las autoridades locales hacen un llamado urgente a la responsabilidad individual, mientras se plantea reforzar los controles de alcoholemia y revisar la planificación urbana para reducir los puntos negros de la ciudad.
Endurezcan las leyes de una maldita vez.