Son datos objetivos. Los juzgados de guardia de Vía Alemania han experimentado un desplome muy significativo en las detenciones de ciudadanos de nacionalidad argelina desde que estalló el conflicto en Son Gotleu. Desde el pasado lunes, cuando centenares de personas se lanzaron a las calles y decenas de ellos se vieron envueltos en duros enfrentamientos violentos, los argelinos se refugiaron en sus casas, muchos de ellos en pisos patera, donde permanecen escondidos por miedo a ser linchados.
Esta circunstancia ha generado un efecto en cadena y los robos con fuerza, atracos, hurtos, asaltos y agresiones perpetrados por los exmenas han quedado reducidos a la mínima expresión. De hecho, el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local de Palma registraban una media de entre 10 y 15 detenciones de argelinos por día. Ahora, desde el pasado lunes, el número de arrestos es una persona o ninguna. La barriada de Son Gotleu pone el grito en el cielo. Los últimos incidentes motivados por las tensiones existentes entre gitanos, marroquíes y los centroafricanos contra los argelinos ha desencadenado en demasiados altercados. Por ello, los vecinos han organizado una manifestación este viernes en la plaza de Joan Alcina a las 17.00 horas.
Así lo han publicado los organizadores de la concentración pacífica en redes sociales donde han colgado un cartel con el lema «Un barrio donde hay argelinos es solo un lugar donde se multiplica el crimen». Con esta convocatoria, la mayoría de los residentes de la zona piden que «se vayan todos los argelinos de una vez por todas».
En las redes sociales quieren dejar muy claro que esta concentración no es por un tema racista. «Que nadie diga que somos racistas porque quienes lo estamos organizando somos gitanos, negros y marroquíes. Se trata única y exclusivamente de expulsar a los delincuentes del barrio. Ya que no lo hacen los jueces, lo haremos nosotros. La policía no puede hacer nada contra un barrio unido. No vamos a parar», concluyen.
Parece ser que el problema no es que haya argelinos, el problema es que se saltan la norma de que no se puede robar en el barrio donde residen. Este modesto barrio era residencia de trabajadores, la mayoría venidos de la península, con el boom de la construcción. Con el tiempo empezaron a vivir gitanos, por supuesto que no todos, pero muchos dejaron de pagar la comunidad y hubo cortes de luz, agua e hicieron la vida imposible de los demás vecinos, que fueron malvendiendo sus pisos. A la vez entraban más gitanos a vivir en ellos. Se fue extendiendo la venta de droga y la inseguridad en el barrio. Luego llegaron los subsaharianos y se instalaron en pisos pateras, y a vender más drogas, lo que derivó a enfrentamientos entre gitanos, magrebines y subsaharianos. Ya, en el barrio solo residian los españoles de más edad que no habían tenido posibilidad de marcharse. Hoy, los que han ido degradado el barrio, se quejan de los argelinos, sin pensar en las personas que por su culpa tuvieron que irse. Toda una paradoja.