El incendio en la residencia Fontsana de Palma a última hora de este martes se ha saldado con tres mayores ingresados, por heridas leves. Otros 34 pasaron la noche en casa de familiares, tras los momentos de tensión durante el suceso. Finalmente los bomberos confirmaron el buen estado del edificio y no fue necesario reubicar a otras residencias a los mayores, que -a excepción de una treintena- volvieron con cierta normalidad al centro.
Dada la espectacularidad de las imágenes y la vulnerabilidad del colectivo, la alarma este martes por la tarde fue máxima. Además de cerca de un centenar de equipos de emergencia, también se movilizaron el conseller Guillermo Sánchez, y la directora insular de Atenció Sociosanitària del Consell de Mallorca, Rosa Llobera, para coordinar las actuaciones a seguir con la dirección de la residencia Fontsana.
Tras extinguirse las llamas, los bomberos evaluaron las infraestructuras y finalmente decretaron el buen estado de las mismas, salvo la segunda planta, lugar donde se originaron las llamas y que resultó seriamente dañada.
Ante esto, el IMAS puso a disposición de los 82 usuarios afectados -de los 150 con que cuenta el centro- habitaciones para pasar la noche en las residencias públicas de La Bonanova y Son Caulelles, en Pòrtol, aunque no fue necesaria ninguna reubicación. Aún así, algunas familias prefirieron acoger en sus casas a algunos de los mayores, debido al enorme susto que se vivió.