Lugar, una travesía de la calle Verge de Montserrat. Hora, pasadas las 00:45 horas de la noche. La base de la Policía Local recibe una llamada en la que unos vecinos de la zona alertan sobre dos individuos que trataban de acceder a su vivienda saltando el muro que separa la calle del patio interior, a su entender, para robar. Cuando un coche patrulla que se encontraba en las inmediaciones acudió al lugar de los hechos, y, tomando las medidas pertinentes de seguridad, interceptó a los supuestos ladrones; éstos aseguraron que habían accedido a la vivienda para cazar un pokémon.
Se trataba de un chico de 17 años que, junto a su novia también menor de edad, habían accedido al patio interior de la vivienda. Al ser interrogado por los agentes, el adolescente afirmó, visiblemente alterado, que tenía pruebas de su motivación para saltar el muro y mostró una foto que había hecho del pokémon capturado.
Los moradores de la vivienda declinaron interponer denuncia alguna, en vista de que se trataba de unos chicos conocidos del barrio y de que su intención no era la de robar. Aún así, los agentes se llevaron a los jóvenes a las dependencias policiales para identificarlos.