La diseñadora y empresaria Agatha Ruiz de la Prada ha comenzado sus vacaciones estivales en Mallorca. El pasado fin de semana se estableció junto a sus hijos Tristán y Cosima Ramírez de la Prada en su casa de la Costa de los Pinos. La familia habita el chalet que Agatha y Pedro J. Ramírez adquirieron en 1999, y que ella se adjudicó tras la separación conyugal.
Hace unos días, la polémica piscina del chalet –situada junto al jardín y sobre las rocas que dan al mar– y un pequeño embarcadero volvieron a ser noticia por una sentencia de la Audiencia Nacional, que anula la licencia que permite el uso privativo. Se trata de una decisión judicial que Agatha ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Supremo.
Mientras tanto, ella y su familia pueden disfrutar de la piscina. Pero para ello deben recurrir y pagar también el canon anual de 6.000 euros de la concesión, algo que la diseñadora dijo que no haría: «Al menos me los ahorraré, lo que no está mal».
De cualquier modo, estos días hemos podido apreciar cómo Agatha y su familia se relajan y toman el sol en la polémica piscina que se mantiene con agua de mar y se calienta (en invierno) con energía solar.
Quiero señalar un punto positivo de la llamada Costa de los Pinos, a saber su porcentaje importante de ajardinamiento, lo que disminuye mucho su impacto paisajístico, a lo contrario de lo que sucede en la vertiente cercana en Canyamel. Creo que las autoridades deberían controlar más los porcentajes de ajardinamiento y piesno a los chales en racimo en la costa de Calvià y Andratx.