La justicia se ha pronunciado tras el cruce de contenciosos que se interpusieron entre sí en plena pandemia el Ajuntament de Muro, el de Santa Margalida y ABAQUA, el organismo del Govern que gestiona la depuración de aguas residuales. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJIB) del 19 de mayo da la razón a Abaqua e insta a ambos consistorios a asumir, de manera conjunta, la gestión de la depuradora de Son Bosc, una instalación que ubicada en el término municipal de Muro y que presta servicio a los núcleos turísticos de ambos municipios: Playas de Muro y Can Picafort, respectivamente.
Lejos de poner fin al conflicto que enfrenta a las tres administraciones desde 2017 - cuando el alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, inició una batalla legal para impedir que se construya una estación depuradora (EDAR) en Can Picafort - esta sentencia ha encendido más los ánimos entre dos municipios vecinos. Monjo dice estar dispuesto a asumir la gestión de esta conflictiva depuradora «siempre que la Conselleria de la Mar i del Cicle de l’Aigua nos la transfiera con toda la documentación que señala que cumple con la normativa».
En cambio, el alcalde de Muro, Miquel Porquer, ha estallado contra la falta de eficacia del Govern para resolver este asunto que causa malos olores y vertidos en su núcleo turístico. «Desde el Ajuntament de Muro interpondremos un recurso de casación mientras esperamos que Recursos Hídrics encuentre una solución; no consentiré que venga a gestionar una instalación que está en Muro el alcalde de un pueblo vecino que solo pone trabas para que no se construya la depuradora de Can Picafort porque solo le va bien que todas las molestias recaigan sobre Muro», señala. Porquer añade que si Abaqua le obliga a ejecutar esta sentencia «también reclamaré el canon de saneamiento que recauda el Govern por este servicio».
El tribunal da un mes a ambos consistorios para asumir la gestión de Son Bosc, una labor que actualmente presta Abaqua de manera subsidiaria. Otras dos sentencias del TSJIB obligan al Ajuntament de Santa Margalida a hacerse cargo de las otras dos plantas depuradoras del municipio, la del pueblo interior y la de Son Serra de Marina.
Qué dice el Govern
Por su parte, Abaqua confirma la recepció de las tres sentencias que avalan la decisión que tomó el organismo hace unos años, en plena pandemia, de dar por extinguidos los convenios que le obligaban a realizar el mantenimiento de todas estas depuradoras. Instaremos a ambos municipios a analizar las resoluciones y proceder a su cumplimiento», señalan fuentes de la Conselleria.
Respecto a la futura EDAR de Can Picafort, proyecto declarado de interés general por el Estado en 2010 y del cual solo se ha logrado firmar un protocolo de intenciones previo a la redacción del projecto por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, la Conselleria de la Mar asegura que «continuamos trabajando en la firma del convenio entre los dos ayuntamientos y el Govern para dar una solución definitiva al saneamiento de las playas de Muro y Can Picafort. El proyecto se encuentra en una fase muy avanzada de redacción». Otras fuentes, sin embargo, señalan que ahora se ha encallado por la ubicación de una estación de bombeo que lleve las aguas hacia la futura planta. Mientras Monjo pretende reutilizar la de ses Salines, situada dentro de Muro, Porquer se opone y exige que «la estación de bombeo se construya donde dicen los técnicos, que es a la entrada de Can Picafort desde Muro». El Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Parc Natural de s'Albufera prevé que tanto esta estación de bombeo como la propia depuradora de son Bosc deben ser desmanteladas por las graves afecciones que causa al ecosistema del mayor humedal de Mallorca.
Antecedentes
En 1989, el Ajuntament de Muro, el Ajuntament de Santa Margalida y el Govern (a través del extinto Instituto Balear de Saneamiento, precursor de ABAQUA) firmaron un convenio para construir la depuradora de Son Bosc para dar servicio a Playas de Muro y Can Picafort. Con el desarrollo de ambas zonas turísticas, pronto fue insuficiente para asumir el caudal que llega en verano y los meses de temporada alta funciona por encima de su capacidad, provocando olores y algunos vertidos.
Conflicto
Para resolver la saturación de la depuradora de Playas de Muro, en 2005 se firmó un nuevo convenio para construir una nueva planta en Can Picafort, de modo que cada municipio tendría sus propias instalaciones. En 2017, el alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, inició una batalla legal contra este proyecto por incluir un emisario marino. Ante la falta de avances en el conflicto y tras un cruce de recursos, en 2020 Abaqua dio por extinguidos los convenios que le vinculaban a las depuradoras de Santa Margalida y de Son Bosc.
Actualidad
El futuro de la obsoleta depuradora de Playas de Muro (Son Bosc) está ligado a que se construya la EDAR de Can Picafort. El proyecto lleva atascado en los presupuestos generales del Estado desde 2010 y actualmente su coste podría superar los 20 millones de euros. En septiembre de 2024, Recursos Hídrics logró que ambos alcaldes firmaran un protocolo de mínimos previo a la redacción de un nuevo convenio por parte del Gobierno central. Este protocolo dice que la futura depuradora se construirá en un solar situado entre Muro y Can Picafort y que no habrá emisario marino, sino que el agua depurada se podrá utilizar para regadío. La pasada legislatura el Govern negó esta posiblidad porque las aguas residuales de Can Picafort llegan a la planta con elevados niveles de salinización que la hacen no apta para regar.