Vecinos del Camí de Can Boqueta que habían denunciado la instalación de una antena 5G en suelo rústico, cerca de sus viviendas, no daban crédito este viernes a primera hora, cuando se percataron de que los operarios estaban desmantelando la torre metálica de la instalación. Era la última parte que permanecía en pie después de que, la primavera pasada, la empresa de telecomunicaciones responsable hubiera retirado los componentes tecnológicos de la antena y los generadores eléctricos que la alimentaban.
«Es una gran satisfacción ver que se retira la antena, un logro que ha sido posible por la unión de los vecinos y porque hemos contado con el respaldo del Ajuntament y en su día, de la Conselleria de Medi Ambient», explica una de las vecinas que habían denunciado los ruidos y vibraciones que producían los generadores de la antena y que afectaban a las viviendas de los alrededores.
El Ajuntament d’Inca también se ha mostrado satisfecho con el final de esta historia, que se remonta a 2021, cuando un grupo de vecinos del Camí de Can Boqueta denunciaron la instalación de una antena 5G en pleno suelo rústico.
El Consistorio ordenó en 2022 la paralización de la actividad al no ajustarse a la normativa urbanística municipal, pese a tener el interés general, y elaboró un informe en el que instaba a la promotora a buscar un suelo urbano para instalar la antena debido a las molestias medioambientales, estéticas y de contaminación acústica que generaba en una zona habitada.
Justicia
El concejal de Urbanismo de Inca, Andreu Caballero, recuerda que la instalación fue clausurada por el Ajuntament d’Inca, que también ganó el contencioso que interpuso la promotora contra esta decisión municipal.
Efectivamente, la empresa Telxius interpuso entonces una demanda contra la decisión municipal, pero en octubre de 2023 el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Palma la desestimó y dio la razón al Ajuntament d’Inca. Así las cosas, el procedimiento siguió su curso hasta que en abril de este año operarios de la empresa iniciaron el desmantelamiento de la antena. Fueron retirados los sistemas de telecomunicaciones y los generadores, y el último paso ha sido retirar la torre metálica. La Ley General de Telecomunicaciones antepone el despliegue de la tecnología 5G, cuestión que en algunos casos como el de Inca, topa con la normativa municipal vigente.