Un centenar de familiares, alumnos y maestros del CEIP de Pràctiques de Palma se han concentrado este viernes en el patio de la escuela y han hecho una cacerolada para mostrar su desacuerdo con la propuesta de la Conselleria d'Educació de repartir a los estudiantes del centro en dos edificios en función de sus edades. Una de las representantes de la Asociación de Familias del colegio, Marta Rosselló, ha censurado que esta decisión se les ha «impuesto» y no concuerda con «el modelo educativo que han escogido las familias», por lo que se «rompe esta esencia». Además, ha censurado que «no se les haya dado ninguna explicación, ni se les ha dado un argumento pedagógico» que avale esta decisión.
En la protesta se han visto pancartas en las que se podía leer 'Pràctiques funciona, no lo toquen. Todos juntos, pequeños y mayores' y han gritado consignas como 'Vera escucha, queremos nuestra escuela'. La representante de las familias ha explicado que con el actual modelo educativo hay una interacción «muy grande» entre los alumnos más mayores y los más pequeños, ya que se hacen actividades de «manera continua para que se conozcan y compartan experiencias». «Con la ampliación de líneas se pasaría de ser una escuela familiar a una escuela grande y no es lo que quieren las familias. No porque sea una cosa mala, sino porque no es lo que se ha elegido», ha defendido.
La movilización se ha hecho después de saberse que la Conselleria prevé separar el alumnado de Infantil y de Primaria. Tras una reforma completa del CEIP Felip Bauçà, ubicado justo al lado, el Govern prevé que los estudiantes de 0 a 6 años se concentren en este centro, que tendría tres líneas y se mantendría adscrito al otro.
De este modo, la asociación de familias pide que se escuche a las familias «realmente» para que se les tenga en cuenta en la toma de decisiones. También solicitan que se valore y se analice el impacto pedagógico, organizativo y emocional de esta reestructuración o que se respete el derecho a la libre elección de centro. Por eso, han recalcado que su postura es que se mantenga el CEIP de Pràctiques tal como está y se reabra el Felip Bauçà como una escuela nueva de 0 a 12 años. Además, exigen transparencia, justificación clara del proyecto, consenso y que no se «impongan decisiones políticas sin participación de la comunidad afectada».
2de 2: En Cataluña, y por rebote en las Baleares, cualquier cosa les va bien mientras no sea castellano y MALLORQUÍN. Este plan educativo está completamente financiado por el Gobierno de Marruecos, a través de la Fundación Hassan II, así como la selección del profesorado que imparte las asignaturas de este programa. Por su parte, son las comunidades autónomas las que informan sobre los centros educativos interesados en formar parte de este programa y se encargan de coordinar la incorporación del profesorado en dichos centros. Por su parte, el Ministerio de Educación asume un papel más técnico, centrado en cuestiones organizativas, como la asignación de aulas al profesorado marroquí necesario para llevar a cabo el programa, así como en actuar como enlace entre las comunidades autónomas y las autoridades de Marruecos. Vox exige el fin de las clases de árabe y cultura marroquí en Andalucía: «Atentan contra nuestros valores» De las 12 comunidades autónomas donde está implantado el proyecto, Cataluña está a la cabeza. En total, 125 centros catalanes participan en la iniciativa, con una distribución provincial que sitúa a Barcelona a la cabeza (64 centros), seguida de Girona (23), Tarragona (26) y Lleida (12). A nivel local, las ciudades con mayor concentración de centros implicados son Lleida, con 9, y Barcelona y Sabadell, con 8 cada una. Tarragona cuenta con 7 centros y Terrassa con 6. Estas facilidades para poder estudiar árabe y cultura marroquí contrasta drásticamente con los numerosos impedimentos que los centros educativos catalanes ponen a los alumnos para poder estudiar en castellano, ya que, según las denuncias de varias familias de la región, la mayor parte de los colegios no respetan la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de impartir un 25 % de horas lectivas en castellano. Tomen nota y no escondan las cacerolas si lo que prefieren es poder elegir el IDIOMA, los docentes y el centro para la educación de sus hijos.