La Policía Judicial de la Guardia Civil, que se encarga de la investigación de la aparición de varios cadáveres en aguas de Balears atados de pies y manos, cree que las víctimas se rebelaron en la travesía que les llevaba a Denia, en Alicante, y fueron arrojados al mar con la intención de acabar con su vida.
Según ha podido saber Ultima Hora de fuentes próximas a las pesquisas, dicha teoría es con la que están trabajando los agentes, que intentan saber, conscientes de la extrema dificultad del caso, en qué momento llegó la embarcación a la costa alicantina y quién estaba detrás de ella para tratar de dar con el autor o autores de los homicidios.
El primer hallazgo de un cuerpo flotando atado de pies y manos se produjo el pasado 18 de mayo, cuando una embarcación con bandera belga avistó un cadáver en las inmediaciones de la isla de Formentera. Desde entonces, y según confirmó esta semana un portavoz de la Guardia Civil, se han recuperado al menos otros cuatro cuerpos sin vida en circunstancias similares.
El último caso se registró el 11 de junio, cuando se localizó un cadáver en aguas próximas a la isla de Dragonera, durante las labores de búsqueda de Juan Herrera, el ex policía local de Calvià, que fue hallado horas después sin vida, y su pareja sentimental, Angelita Silva, desaparecidos en alta mar cuando salieron a pescar desde Port Adriano.
La Guardia Civil de Ibiza se hizo cargo de las pesquisas, según informó el mismo Instituto Armado. Cabe destacar que la aparición de cadáveres de migrantes que intentan llegar a nuestras costas en patera y acaban naufragando no es ninguna novedad. Delegación de Gobierno destacó días atrás que entre enero y junio, las autoridades han encontrado 31 cuerpos sin vida en aguas y playas de Baleares.
La verdad es que es una buena forma de zanjar una discusión.