Continúan los colapsos diarios en los accesos a la terminal de Llegadas del aeropuerto de Palma, pese a la barrera disuasoria instalada esta semana. Tras informar este periódico de la constante problemática en los carriles de acceso, donde decenas de coches aparcaban para no pagar el párking (gratuito los primeros 15 minutos), la administración del aeropuerto instaló una barrera a lo largo del carril derecho, para disuadir a los conductores de esta práctica. Sin embargo, lejos de erradicar el problema, lo ha agravado. La larga fila de vehículos estacionados se ha trasladado a los arcenes y justo antes de la barrera, adentrándose todavía más en la autopista al aeropuerto, la Ma-19. La saturación se produce en especial por la noche, cuando se reduce el personal del servicio de vigilancia.
Xisco Sánchez, taxista palmesano, dio la voz de alarma el pasado sábado en Ultima Hora, ante la estampa que se encontraba -y sigue encontrándose- cada día. En sus doce años al frente de un taxi de Ciutat, hasta estas últimas semanas, aseguraba, nunca había visto nada parecido. «Como no saben a qué hora va a llegar el familiar, aparcan fuera y ocupan la curva hasta que se meten en los carriles de llegada al aeropuerto. Los taxis tenemos que ir haciendo zig zags para entrar en el aeropuerto, esquivando a los coches que se paran. Esta semana, un autobús de la EMT, como había tantos coches, tuvo que meterse por el arcén, dar la vuelta y poder esquivar a los vehículos», criticaba Sánchez.
Si bien es cierto que en la temporada turística del año pasado algunos conductores estacionaban en las inmediaciones del aparcamiento, recalcaba el taxista, eran pocos y no se formaban escenas como las de ahora. Acabado de inaugurar el mes de abril, Sánchez teme que esta práctica vaya a más en los próximos meses estivales, ante la numerosa llegada de turistas que se espera en Mallorca. «Si un conductor algún día va muy lanzado por la carretera puede ocurrir una desgracia», advertía.