Pimem ha advertido este viernes de que dos empresas de materiales de construcción de Mallorca ya han comenzado a padecer los efectos de la huelga de transportes y que «ven amenazada su actividad». La Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca ha informado de que Paviments Lloseta y el Grupo Puma se están viendo afectadas especialmente por la huelga que se está produciendo en Valencia, ciudad de la que llega el cemento para ambos negocios. Ambas sociedades integradas en la asociación Construïm.
En el caso de la fábrica de Lloseta, su director general, Joan Sampol, ha afirmado que «ya hay dos máquinas paradas por falta de materia prima y de seguir con el bloqueo el fin de semana continuarán así hasta tener el material y poder reanudar la actividad». Paviments Lloseta ha informado a Pimem de que tiene stock hasta el miércoles. No obstante, otra gran preocupación para la fábrica de Lloseta son los precios del cemento que, según Sampol, «subieron el año pasado un 9% y este año sobre una base de 115 euros la tonelada ya ha habido una subida de 15 euros en el mes de enero y se espera otra subida de 25 euros de cara a mayo». «Hablamos de una acumulación del 35%», ha precisado.
Otro frente que hay que tener «muy en cuenta», para Paviments Lloseta, son las licitaciones de obra pública ya que, ha apuntado la empresa, de seguir esta escalada de precios dentro de tres o cuatro meses las constructoras no podrán hacer frente a los proyectos licitados debido a unos costes «inasumibles». Y es que, a pesar de la voluntad de la administración de revisar los precios, el director general ha asegurado que «no deja de ser muy complicado». Por su parte, el Grupo Puma, a través de su gerente, Rosabel Sugrañes, ha comunicado a Pimem que el próximo martes cerrarán la fábrica por falta de suministro de cemento. En esta línea, Sugrañes ha asegurado que la empresa «ha pasado a gestionar el stock que tiene y servirá aquello de lo que dispone a los clientes más importantes y fieles dejando sin servir una parte del mercado». La gerente de Puma ha añadido, asimismo, que «de seguir este bloqueo se tendrán que dar vacaciones a los trabajadores o bien simplemente dedicarse al mantenimiento durante una semana».
Finalmente, el presidente de Pimem, Jordi Mora, ha asegurado que «el no a la huelga de Astam era precisamente para evitar lo que hoy pasa en Valencia, que la industria quedase paralizada en un momento muy complicado y por eso se apela a la responsabilidad y a esperar que el Gobierno tenga tiempo de maniobrar y cumplir con la rebaja del precio de los carburantes». «Hay que tener en cuenta que las palancas que mueven estos precios no están en manos sólo de Madrid, sino que debe haber consenso y coordinación con Bruselas», ha sentenciado Mora.