La ministra de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha insistido este viernes es que la «una parte de la ultraderecha» está alentando «las movilizaciones violentas» que se están dando en el sector del transporte, que comenzaron el pasado lunes, 14 de marzo, al tiempo que ha hecho un llamamiento a la «tranquilidad» y el Gobierno va a actuar porque es «sensible» a las demandas del sector.
Así se ha pronunciado Sánchez en declaraciones a los medios en Valladolid, donde ha asistido a la colocación de la primera piedra de la futura planta de Switch Mobility, compañía india, en un acto en el que ha estado acompañada por el presidente de la Junta en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde la capital vallisoletana, Óscar Puente.
La ministra Sánchez ha asegurado que «desde luego, detrás de las moviliaciones violentas hay una parte de la ultraderecha» que las «está alentando», lo que según la responsable de la cartera de Transportes «es totalmente inadmisible». Al mismo tiempo, ha recalcado que «hay que condenar» las movilizaciones violentas «vengan de donde vengan».
«Vamos a ser contundentes, que esas situaciones no se produzcan» ha insistido Raquel Sánchez, quien ha hecho una llamada «a la tranquilidad y la responsabilidad» porque que se vamos «a actuar», ya que el Gobierno es «sensible a las demandas del sector». La ministra fue recibida a su llegada a la parcela donde la compañía india va a levantar su planta para la construcción de autobuses eléctricos por varias decenas de transportistas que portaban una pancarta en la que se podía leer 'SOS, por un transporte digno' y con gritos de «fuera, fuera» y «ministra cómprate un camión».
El apunte
Seis detenidos
Los cinco días de piquetes por la protesta de transportistas dejan un balance de seis detenidos, 34 investigados o denunciados y 595 identificados, según datos facilitados este viernes por el Ministerio del Interior, que ha movilizado por segundo día consecutivo más de 23.000 efectivos policiales ante lo que califica de "paro ilegal". El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha eludido este viernes en declaraciones a la prensa si la protesta, como han hecho otros ministros, está vinculada con la ultraderecha. Se ha limitado a decir que no es una huelga, sino un paro de un sector minoritario con una "violencia inusitada".