Sant Joan ya está aquí, pero este año en Ciutadella todo es diferente. Normalmente un día como hoy Menorca acapara portadas y minutos de directo, incluso de medios de comunicación de ámbito nacional, pero la celebración de 2020 en plena era del COVID-19 lo ha cambiado todo.
A pesar de que los actos oficiales se suspendieron en su día, como exigencia del mantenimiento de las necesarias medidas de seguridad e higiene, este martes pasado el mediodía se ha organizado de forma improvisada un primer toc en la calle del centro de Ciutadella correspondiente a la casa del Caixer Senyor.
Tal y como puede verse en las imágenes captadas por IB3, numerosas personas se han concentrado sin mascarillas ni guardar la distancia de seguridad.
La primera jornada de estas fiestas aplazadas -el Diumenge des Be- se celebró este pasado domingo en mitad de un ambiente enrarecido, mezcla de resignación y disgusto. A las 9 de la mañana un grupo de santjoaners se concentró frente a la casa señorial de Cas Comte -que debía acoger el primer toc- y, coincidiendo con las campanadas del reloj de la Catedral, se escuchó un espontáneo y emotivo aplauso. Fue un domingo extraño, sin caixers ni caragols.
Vistas las imágenes que han difundido las tv, nada hay de espontáneo ni improvisado. Un hombre con un polo negro, está dando todas las instrucciones. Mira el reloj y a las 14 horas en punto, les da a los niños el sus. Digo yo que ese hombre, que ha visto todo el mundo, es quien tiene la responsabilidad de lo que pasó. Esperemos que no tenga consecuencias.