Baleares ha demostrado al Ministerio de Sanidad que más allá de los nuevos casos, lo que tiene es capacidad estratégica y éste es el factor decisivo que hará que este viernes se anuncie si Baleares pasa el lunes a la fase 2, como todo parece indicar.
Y es que al número de respiradores, de camas disponibles para hospitalización o la capacidad para ampliar las unidades de críticos que fueron decisivos para acceder a la fase uno; ahora hay que sumarle la capacidad de diagnosticar en 24 horas los casos sospechosos de coronavirus desde Atención Primaria o la de rastrear a todos los contactos de los positivos.
En ello está el departamento de Salut. Si bien los médicos de familia llevan ya diez días solicitando pruebas de diagnóstico PCR a sus pacientes, en la comunidad hay apenas tres rastreadores para hacer el seguimiento de hasta 150 contactos estrechos de los positivos. Es decir, cada rastreadora está cubriendo a cincuenta personas. Sin embargo la consellera Patricia Gómez salvó el miércoles este escollo anunciando la contratación de otras 150 personas que ya se estarían formando para ir ampliando la plantilla a medida que se incremente la necesidad.
«Lo importante es reconocer lo que necesitamos para poder ponerlo en marcha cuando sea necesario», explicó el doctor Javier Arranz, portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas. En este sentido dijo que «estamos en una buena situación para entrar en la fase 2».
A la preparación del sistema sanitario de la comunidad, según este experto, habría que añadirle que «el confinamiento ha ido bien», el motivo que explicaría que el regreso de los niños y los deportistas a las calles, o lo que es lo mismo, el incremento de la movilidad de la población no haya repercutido en una incremento de nuevos casos. Si bien es cierto que en los últimos días se han diagnosticado a más personas, siguen bajando las hospitalizaciones y los ingresos de pacientes críticos. Según Arranz, se debe a que «los centros de salud han diagnosticado 15 casos leves que antes no hubiéramos detectado», y por otra parte a los cribados realizados en las residencias de ancianos y entre los profesionales sanitarios. «Es diferente que haya más casos porque se vigila más, a que haya un brote en un lugar concreto que indique que ha habido un supercontagiador», explicó.
Arranz avanzó además que la comunidad ya trabaja en un plan para turistas que funcionaría de forma similar a la detección que se hace con los residentes. Si un visitante nacional da positivo estando en las Islas y no necesita hospitalización, se le pedirá que haga cuarentena ya sea donde se hospede o, si es necesario, en un lugar alternativo. Además se rastrearán sus contactos. «Si es extranjero dependen de sanidad exterior, que puede tomar medidas más estrictas».
Estudio serológico
El doctor Javier Arranz detalló nuevos datos del estudio de seroprevalencia que el Ministerio de Sanidad inició en todas las comunidades y del que se extrajo que, a nivel estatal, sólo un 5 % de los ciudadanos había estado en contacto con el virus y había generado anticuerpos. En Balears se dijo que el porcentaje de prevalencia era del 2,4 % aunque ayer se precisó que habría llegado a 2,5 tras analizar mejor los resultados de una de les tres pruebas a las que se someten los participantes. Por islas, en Mallorca se ha contagiado un 2, 5 % de la población, en Menorca ha sido un 3%; en Eivissa un 2,3 y en Formentera el 2,2. Otro de los datos que se extraen es que las mujeres se contagiaron más que los hombres.
Por otra parte, Salut ha cribado ya a 9.270 de los cerca de 18.000 trabajadores de los centros sanitarios de Balears. La prevalencia del virus en este colectivo, más expuesto pero también más protegido, ha sido menor que en la población general. Sólo 181 profesionales tenían anticuerpos, esto es el 1,95 % de los testados, y 46 dieron positivo en contagio por coronavirus con la prueba PCR, es decir, eran portadores activos del virus.