El Partido Popular pasa a la acción y pide la dimisión de la consellera d'Hisenda, Catalina Cladera, y del director general de Emergencias tras publicar Ultima Hora que la propia Cladera recibió una semana antes de las inundaciones de Sant Llorenç un demoledor informe interno, que afirmaba que el servicio de Emergencias no estaba preparado para afrontar un desastre como el que a la postre azotó el Llevant de Mallorca.
El texto elaborado por Emergències, departamento dependiente de las áreas de Cladera, supone una premonición de lo que sucedería siete días después y no deja en buen lugar a la capacidad de respuesta de los organismos públicos ante una grave emergencia.
El informe, fechado el 2 de octubre -solo siete días antes de las inundaciones mortales- está firmado por el jefe de servicio de ordenación, y alerta de que existen deficiencias «graves e inadmisibles» en el departamento y una «manifiesta carencia» de medios humanos que no permiten atender «con garantías» las necesidades de un sistema «esencial» de seguridad.
La consellera Cladera reconoce que recibió el informe el día mencionado. Sin embargo, a su entender, los «problemas» de los que habla no tienen que ver con la tragedia de Sant Llorenç, al tratarse de «un fenómeno extraordinario que desbordó todas las previsiones». «Habría pasado lo mismo con el doble de personal», sentenció.
Por su parte, el informe denuncia «sistemáticos incumplimiento» de las obligaciones que tiene la Administración, ineficiencia del sistema «por falta de voluntad política» y una «grave inacción por parte del órgano que ostenta la competencia».
Además, el documento hace un detallado recorrido por las carencias del servicio y adelanta algunos de los problemas que se produjeron tras la lluvia torrencial.
Por ejemplo, asegura que no existía un mecanismo eficaz de organización de respuesta en caso de emergencia al carecer de un sistema de respuesta a grandes emergencias como tal.
Por contra, solo se contaba con «una serie de guardias en precario de manera localizada» que cubren una primera respuesta en Mallorca y que dejan a las demás islas supeditadas a disponibilidades externas.