Un marido despechado, alto funcionario del Consell y perteneciente a una familia mallorquina de rancio abolengo, ha denunciado al obispo de Mallorca, Javier Salinas, por interferencia y «relación impropia» con su esposa ante la Nunciatura. Esta señora, muy religiosa y activa militante del PP, ejerce desde hace unos meses como secretaria particular adjunta para asuntos institucionales del obispo Salinas. La denuncia indica que la actuación de Salinas iría en contra de la doctrina católica.
Este extremo, una actuación irregular, ha sido radicalmente negado en un comunicado oficial del Opispado. Salinas acudió a Roma la semana pasada, si bien, según la nota, por una cuestión «patrimonial». La denuncia ha causado una gran sorpresa porque el obispo fue invitado a al menos a una fiesta el pasado verano en la finca de la Part Forana propiedad del ahora denunciante.
En la denuncia constarían fotografías captadas en alguna celebración en la finca familiar y mensajes de teléfono del obispo a la secretaria de excesiva confianza. El obispo se mostró este martes entre «dolido y sorprendido» por la denuncia.
El obispo Salinas ha sido entrevistado este miércoles en la cadena Cope, donde ha asegurado que no hubo adulterio en la relación que mantuvo con su secretaria y que se trata de una denuncia de un particular en contra suya.