La reanudación del turismo internacional ha puesto sobre la mesa un nuevo término: pasaporte de vacunación. Desde hace semanas, con las vista puesta en la vacaciones de verano, los gobiernos y el sector del turismo intentan encontrar una solución para impulsar los viajes.
Varios países y empresas están trabajando en certificados de vacunación contra la COVID-19 con el objetivo de impulsar la economía, pero la idea planea cuestiones científicas y éticas que hacen que algunos expertos y dirigentes estén en contra. El pasado 19 de enero la Comisión Europea aprobó una serie de recomendaciones para intensificar la lucha contra el coronavirus, entre ellas está acelerar aún más la distribución y administración de la vacuna.
En esta reunión también se debatió la creación de un certificado de vacunación europeo común. Este documento sería un acta reconocido por los 27 países de la Unión Europea que sería entregado a aquellos que se vacunen. Sin embargo, la creación de este documento digital ha generado algunas voces criticas que aseguran poner el riesgo los derechos humanos.
Un documento identificativo en el que se indiquen estos datos tiene una serie de implicaciones morales bastante cuestionables. El dejar viajar a unos países a ciertas personas y no a otras por estar vacunadas cuando no es algo obligatorio podría resultar un acto discriminatorio. Además, por el momento, no todo el mundo puede vacunarse. Estos pasaportes no podrían distinguir a quienes no se vacunan por decisión propia y a los que no pueden por razones médicas.
Por tanto, un pasaporte digital implicaría un requerimiento para viajar y alude a un documento que marca una distinción entre quienes lo tienen y quienes no. Entre las versiones más avanzadas que se plantean en la Unión Europea es la creación de una app que pruebe que su portador ha sido vacunado o ha dado negativo en un test PCR reciente.
«Se trata de digitalizar un proceso que se realiza ahora y de convertirlo en algo que permita una mayor armonía y facilidad, permitiendo que las personas viajen entre países sin tener que sacar diferentes papeles para diferentes países y diferentes documentos en diferentes puntos de control», ha dicho Nick Careen, vicepresidente senior de aeropuertos, pasajeros, carga y seguridad de IATA.
Voces a favor y en contra
El enviado especial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la COVID-19, David Nabarro, ha asegurado este lunes que cree que «será importante» que se introduzca algún tipo de certificado de vacunación a medida que se reanudan los viajes internacionales. «Tengo la absoluta certeza de que en los próximos meses tendremos mucho movimiento y las condiciones en las que la gente puede moverse de un sitio a otro, algún tipo de certificado de vacunación, sin duda será importante», ha declarado a Sky News. Sin embargo, hasta que no haya un porcentaje elevado de personas vacunadas la organización no considera que sea una buena medida.
Grecia, España, Bélgica y Dinamarca se habían mostrado a favor de algún tipo de cartilla digital para los ciudadanos de la Unión Europea. Por su parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo Reyes Maroto ha asegurado este lunes que «el Gobierno está trabajando en instrumentos para garantizar una movilidad segura cuando sea posible», en particular en lo referido al pasaporte vacunal en el que, según confirmó llevan «semanas trabajando varios ministerios».
«No solo lo estamos haciendo en el marco del territorio nacional, sino también lo estamos haciendo en el seno de la Unión Europea y en coordinación con otros países de la OCDE», explicó la ministra tras una reunión de trabajo con alcaldes de la zona este de Madrid, donde ha recordado que el futuro sin COVID-19 está «cada día más cerca». En este línea ya se manifestó hace meses el consejero delegado de Melià International Hotels, Gabriel Escarrer, en una entrevista a Ultima Hora, en la pidió a la UE pasaporte sanitario para «no estigmatizar destinos turísticos».
Francia es uno de los países que más dudas platea a la idea del certificado digital de vacunación, el presidente Emmanuel Macron ha pedido que se trate con «mucha cautela».
¿Hay antecedentes?
La idea de un documento que registre las vacunas recibidas porque algunos países lo piden para poder entrar no es nueva y tiene un estándar mundial oficial, el Certificado Internacional de Vacunación o Profilaxis, también conocido como tarjeta amarilla.
Este documento fue creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y está reconocido es todo el mundo. Según el reglamento sanitario internacional, los Estados pueden exigir a los viajeros que presenten certificados de vacunación, pero esto se limita a enfermedades específicas enumeradas expresamente en uno de los anexos, que actualmente solo incluye la fiebre amarilla, y solo si se incluye en las recomendaciones de la OMS.