Antes del pádel fue tenista.
A los 7 años mi padre me llevó a la escuela del Mallorca Tenis Club y empecé a dar clases con Felio Morey, mi entrenador de toda la vida. Pero también me gustaba mucho el fútbol y jugué en la selección balear con Paquete Higuera o Crespí. A los 14 años elegí el tenis, pero me di cuenta que en el resto de España, sobre todo en Cataluña, había un gran nivel. Llegué a unos cuartos de final del Campeonato de España cadete. Cuando acabé el colegio, con un padre arquitecto y una madre farmacéutica era complicado decir que querías dedicarte al deporte. Hice la mili voluntario y matricularme en Derecho. Ahí coincido con unos amigos que eran unos locos del fútbol sala, entre los que estaba Mateu Alemany, los hermanos Delgado, y jugamos un día un amistoso contra Talleres Salvà y me ofrecieron entrar en el equipo de División de Honor. Estuve un año y ahí me planteo seriamente dedicarme al tenis. Tuve la oportunidad de ir a Alemania, donde había facilidades, recibo ayudas del Govern y de la Banca March y me dedico a entrenar muy fuerte con Felio Morey.
—Y llega su partido contra Emilio Sánchez-Vicario.
—Es curioso. A los deportistas les suelen preguntar por sus triunfos, pero en mi caso se me recuerda más por ese partido del Torneo Cobra que perdí en la pista central del Mallorca Tenis Club 6/4 en el tercer set. Él era 7 del mundo y el mejor de España de largo. Seguí jugando hasta que llegó la propuesta de montar una escuela superior de tenis balear con Alberto Tous de director y Toni Borràs en la dirección general de Deportes del Govern. Ahí estaban Jofre Porta, Ángel Inocencio, José Carbonell y yo. Reunimos a los mejores jugadores de Balears y ahí surgieron Carlos Moyà o Rosa María Andrés. Había empezado Derecho, pero no la acabé.
¿Cómo entra el pádel en su vida?
El primer partido que juego a pádel es una exhibición con Alberto Tous de pareja contra dos argentinos. Yo había visto esas pistas, pero reconozco que pensaba que eran de mini tenis para los niños. Alberto me dejó una pala y ganamos 6/2 6/1. Después tuvimos la oportunidad de montar unas pistas en el Club de Hielo, primero cuatro de pared y luego ya dos de cristal lo que cambió el mundo del pádel en Mallorca. Tuvimos la suerte de que en aquella época la mejor pareja española y segunda del mundo, formada por Rodríguez Piñón y Martínez Semprún, les conocía porque venían del mundo del tenis. Me hice amigo de Rodríguez Piñón. Le encantaba Mallorca, se alojaba en mi casa y él nos enseñó muchas cosas. Trajimos torneos muy importantes al Paseo Marítimo, jugaba Aznar, en una ocasión di una clase en Marivent al rey Juan Carlos, que no paraba de contar chistes verdes…, era el boom de este deporte. Yo invitaba a mis amigos del tenis y del fútbol a que probaran este deporte y les encantaba. El pádel es un gran refugio para muchos exdeportistas que han dejado sus deportes.
¿Cree que el ’pickleball’ alcanzará algún día la popularidad del pádel?
Lo he probado pero en una pista de pádel y el feeling es raro porque es jugar como a las palas en la playa. Pero los americanos se han vuelto locos con esto, pagan muchísimo dinero para que celebrities lo jueguen. Pero en los sitios donde está asentado el pádel no creo que le haga mucha competencia. En el Pins he pensado en poner una pista pero no me cabe.
El ‘pickleball’ está dentro de la Federación Española de Tenis, por no el pádel.
Sí, fue un error. En cambio, en otros países como Francia o Italia está dentro y se nota mucho en la organización de torneos. Por ejemplo, no hay que olvidar que la Federación Francesa de tenis es la organizadora de Roland Garros y eso le hace tener recursos ingentes.
¿Cómo llega a Mega Sport?
Tolo Cursach era del Mallorca Tenis Club y ahí nos conocíamos todos. Era un buen jugador de tenis y después muy bueno de pádel. Me explicó su proyecto, que era impresionante, y ahí empecé.
¿Se puede decir que el Mega Sport en esos años era lo más parecido al palco del Bernabéu?
Yo sólo he estado una vez en el palco del Bernabéu, cuando ganamos 2-3 con los famosos goles de Etoo diciendo yo quiero estar aquí. A ver, Mega Sport era un concepto nuevo, súper atractivo, el mejor de España, que hoy en día no sigue habiendo nada parecido y llamaba mucho más atención hace 25 años. Eso hizo que atrajera a mucha gente porque entre el gimnasio, la zona de aguas y el pádel iban a encontrar algo que les gustara. Y entonces venía gente a dejarse ver, pero eso pasa en mucho sitios. Fue una etapa muy ilusionante, vinieron entrenadores de fuera, sponsors muy importantes que nos permitía traer a los mejores del mundo, el torneo con Manuel Hernández en sa Riera…Supuso un cambio en el deporte social de Baleares.
¿Cómo es su relación actual con Tolo Cursach?
Bueno, surgió la posibilidad de realizar un proyecto basado en el pádel como era el Pins y separamos los caminos.
¿Cómo recuerda su paso como consejero del Real Mallorca?
Fue un poco de sopetón. Me gustaron los viajes, estaba Miquel Àngel Nadal, que a los 14 años había sido campeón de tenis de Balears, ver por dentro un equipo de fútbol profesional es muy chulo, aunque también hay algunos jugadores malcriados, egoístas... Y luego estaba Luis Aragonés, que es caso aparte. Cuando ganamos en el Bernabéu llamó al Txistu y nos invitó a toda la expedición a cenar. Dejó muy claro que quien pagaba era él, no la directiva. Y en una comida con la directiva del Real Madrid quería fichar a Álvaro Novo. Mateo (Alemany) me decía: ‘tú diles que es buenísimo, la hostia…’, pero todos sabíamos que el mejor era Etoo.
¿Sería bueno cambiar alguna regla del pádel porque parece que la pista se queda pequeña a algunos jugadores?
Es complicado. Mientras el producto funcione no lo cambiaría. Dentro de unos años las audiencias televisivas serán mejores en pádel que en tenis, sin contar los Grand Slam, y antes habría que cambiar alguna regla detenis que de pádel.
Su pareja era Jaume Matas.
Sí, yo le preguntaba: ‘¿Te gusta ganar?’. Él me decía: ‘Mucho». ‘Si eres disciplinado, ganaremos’. Él lo era mucho y le decía que le diera a las fáciles y que yo iba a las difíciles. Ahí salió lo de que mi apellido no era Palmer sino Esteva porque me decía ‘és teva, és teva’ (risas).
También ha jugado con Aznar. ¿Quién era mejor, Matas o él?
Aznar ganaba a todos. Había órdenes de equipo. Es lo único que puedo decir (risas). Él también tenía las cosas muy claras en la pista. En pádel es importante conocer tus limitaciones, hacer lo que sabes y no más. Si tienes un buen tono físico y metes bola, te defiendes e incluso puedes tener éxito. El tenis es mucho más complicado, porque además estás solo en la pista.
¿Su partida más VIP?
Fue en marzo. Carlos Moyà me dijo que quería jugar y que traería a un amigo. Se presentó en el Pins con Rafa Nadal. Jugamos Jimmy Amengual, que es mi pareja habitual, y yo contra ellos. Antes del partido les dije que la revancha sería en Manacor. El resultado final no lo diré.
2 comentarios
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Mateu Palmer, pionero en tenis y en pádel en nuestra isla
El paddle es deprimente