El baloncesto mallorquín, español y mundial lloran la pérdida de toda una leyenda, un pionero que mostró el camino que décadas después siguieron otros dos baleares (Rudy Fernández y Sergio Llull). El fallecimiento a los 73 años de edad de Rafael Rullán Ribera (Palma, 1952-Madrid, 2025) supone la despedida de una institución en el Real Madrid y la selección española, y también la del primer olímpico del deporte de la canasta en Baleares y quien logró la primera medalla internacional absoluta con la selección.
Con 12 años se inició en el baloncesto el joven y espigado Rafa Rullán, cuyas raíces se encuentran en Sóller, donde mantenía buenas amistades y vínculos personales y familiares, siendo el lugar que le vio crecer. Lo hizo por prescripción médica un joven que medía 1'93 y se inició en el equipo del Colegio Luis Vives palmesano. Con 15 años, llegó la Operación Altura y la oportunidad de dar el salto a la capital, dadas sus extraordinarias condiciones como pívot, llegando a los 2'07 de altura en su madurez.
Empezó en las categorías de formación del Real Madrid y durante 18 temporadas militó en el primer equipo (1969-1987), en el que debutó de la mano de Pedro Ferrándiz, para cerrar su trayectoria profesional en la temporada 87-88 en el Bancobao Villalba. Con la camiseta blanca ganó 14 Ligas, 9 Copas, 3 Copas de Europa (1974, 1978 y 1980) -récord que comparte con Rudy Fernández y Sergio Llull-, 1 Recopa (1984) y 4 Intercontinentales (1976-77-87 y 81).
Tras su retirada, Rullán fue delegado del primer equipo del Real Madrid (1991-99), siendo testigo de la Euroliga de 1994 -militaba Martín Ferrer en aquel equipo-, para posteriormente integrarse en el organigrama de la Fundación Real Madrid, que dejó para retirarse en 2016, siendo una figura muy activa en el colectivo de los exjugadores.
Con la selección española disputó 162 partidos entre 1971 y 1982, logrando la plata en el Eurobasket de 1973, además de participar en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, siendo así el primer baloncestista balear en la gran cita del deporte universal, además de testigo de los atentados que marcaron aquella cita. Además, también formó en cinco ocasiones con la selección europea.
Desde sus 207 centímetros, Rullán fue testigo y parte activa de una de las épocas más importantes de la historia de la sección de baloncesto del Real Madrid, que junto al baloncesto balear y español están de luto al decir adiós a uno de los primeros deportistas mallorquines de rango universal, a quien le faltó un reconocimiento a la altura de su legado en su Mallorca natal, pero que deja una huella y un palmarés para la leyenda.
Jo vaig jugar contra ell cuant era cadete i jo juvenil. Gran persona i gran deportista. Descansi amb pau. Es basquet mallorquí arriba molt tart a fer-li un homenatge que tenia ben merescut