El açaí es un pequeño fruto de color morado oscuro originario de la selva norte de Brasil. Con un aspecto similar a los arándanos, este fruto es considerado un superalimento a nivel mundial, ya que se ha descubierto como un tesoro nutricional. Se trata de una fruta carnosa procedente de una palmera, su sabor recuerda al chocolate y se suele consumir en polvo mezclado con bebida vegetal y frutas. Las tribus indígenas, hace siglos, lo utilizaban como medicamento natural para el tratamiento de enfermedades de la piel y como remedio para problemas digestivos. Actualmente, hasta la Fundación Española de la Nutrición recomienda su consumo.
Beneficios
El açaí es un alimento rico en antioxidantes, contiene flavonoides que previenen el envejecimiento celular, y antocianinas que protegen el corazón y hay evidencias de puede reducir el riesgo de cáncer. Además, contiene 16 aminoácidos y muchos minerales como calcio, zinc, magnesio, hierro y un alto contenido de potasio, convirtiéndolo en un alimento altamente nutritivo. Por otra parte, tiene una alta dosis de proteínas, más que un huevo y medio, lo que aporta energía y vitalidad. Su aporte de fibra y su alto contenido de omegas dificultan la absorción de grasas impidiendo que se conviertan en colesterol. Por ello, combate enfermedades cardiovasculares y regula el colesterol.
Abundante en vitamina B, ésta es la encargada de que nuestro cuerpo segregue dopamina y serotonina, las hormonas encargadas de mejorar el descanso. También, es un refuerzo para las defensas gracias a su contenido en ácido elágico, una sustancia que combate a los virus y bacterias. En esta fruta predomina la fibra de tipo insoluble, ideal para regular el tránsito intestinal. Asimismo, tiene efecto diurético que evita la retención de líquidos. Por otro lado, contiene biotina, responsable de fortalecer los folículos capilares y prevenir la caída de cabello. Por todos estos beneficios, el açaí es la fruta perfecta para introducir en nuestra dieta.