No cabía ni una punta de alfiler en el interior del bar El Pesquero ni en sus privilegiadas terrazas con vistas al puerto de pescadores de Palma.
El emblemático local había permanecido cerrado durante cuatro meses para realizar una reforma que le diera un aire moderno conservando el encanto de sus raíces y Miguel Dols, su propietario, decidió celebrar por todo lo alto la remodelación del local y su nueva carta en la que, a partir de ahora, se encontrarán selectas exquisiteces, carnes a la brasa y paellas marineras.
Como siempre, el jazz amenizará veladas de fin de semana y el trato al cliente seguirá siendo exquisito. Así lo comprobaron los quinientos invitados a la fiesta de reapertura.