La Policía Nacional ha detenido en Palma a tres personas de una misma familiar acusados de maltratar y apropiarse de unos 500.000 euros, entre efectivo y valiosas joyas, de un hombre mayor. Los arrestados, uno de ellos es una mujer que se casó con él a los pocos meses de conocerlo, anularon la voluntad de la víctima haciéndole firmar documentos para quedarse con su dinero. Asimismo no le dejaban salir de casa ni hablar con nadie.
Tal y como informa la Jefatura Superior, la investigación se inició tras un descuido de los custodios, que posibilitaron al septuagenario pedir auxilio a unas vecinas. Les dijo que su mujer y otras personas de su familia le habían quitado el DNI y le habían vaciado las cuentas. Tras denunciar los hechos, los agentes encargados del caso tomaron declaración a la víctima que corroboró el calvario que estaba sufriendo.
La historia se remonta a tiempo atrás. El hombre contactó con la mujer para iniciar una relación laboral como asistenta. A los cuatro meses contrajeron matrimonio y ella se convirtió en heredera universal. Sin saber cómo la víctima fue perdiendo la voluntad de sus actos, llegando a firmar documentos sin valorar el riesgo de que todos sus bienes fueran a parar a terceras personas.
Los arrestados, una mujer y dos hombres, desplumaron al hombre de todos sus efectos de coleccionismo y joyas, entre ellas monedas de oro valoradas en unos 60.000 euros. También le sustrajeron de sus cuentas bancarias 300.000 euros y las pagas como pensionistas, una cantidad cercana a las 120.000 euros.
Los vecinos explicaron a los investigadores que el septuagenario, desde que empezó a vivir la mujer con él, sólo salía de casa en silla de ruedas y nunca solo. Siempre le controlaba alguien, hasta el punto de no dejarle conversar con nadie ajeno a dicho núcleo de tres personas. Poco después de denunciar los hechos, la mujer abandonó la casa, pero no sin antes sacarle otros 36.000 euros de las cuentas del jubilado.
La cantidad total de la que sea apropiaron los sospechosos la sitúan los investigadores sobre los 500.000 euros entre el efectivo y las joyas de coleccionismo sustraídas. Las pesquisas siguen abiertas.
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