La calle des Pinsá de sa Cabana, en Marratxí, no es ni la más céntrica ni la más transitada del núcleo. Por ello, este sábado, sobre las 11.30 horas, se truncó su más absoluta tranquilidad. El hallazgo de un cuerpo sin vida con signos de violencia en el torrente de Coanegra, al paso por dicha vía, sobresaltó a los vecinos. «He visto mucha guardia civil y policía desde esta mañana, pero no pensábamos que iba a ser por un crimen», apuntó a este diario una de las residentes.
Otro vecino, preguntado por el día a día en la zona, relató que la calle «no es una zona de paso de nada, quien circula por aquí es que va a alguna de estas viviendas, o bien que reside o visita a alguien», subrayó. Al mismo tiempo que los agentes buscaban pruebas en los alrededores del torrente en una de los chalets se celebraba un cumpleaños multitudinario. El alcalde de Marratxí, Jaume Llompart, nada más tener conocimiento de lo ocurrido se personó en el lugar para interesarse por el suceso. El primer edil mostró su apoyo a la mujer que topó con el cuerpo sin vida del fallecido y que avisó a los equipos de emergencias.
Los investigadores de la Guardia Civil tocaron una a una las puertas de los residentes más próximos al lugar para solicitarles las cámaras de seguridad en busca de identificar algún vehículo sospechoso o persona que pasara por la zona la noche del viernes o la madrugada del sábado. Asimismo también se pidió las imágenes a un bar que cerró de madrugada que hay en la otra parte del torrente para ver si el fallecido estuvo allí o alguien relacionado con él.
Hallazgo
Una mujer que paseaba con su perro dio la voz de alarma sobre las 10.30 horas. El can se le escapó unos metros y se fue directo hacia el cadáver del varón, que yacía ensangrentado en mitad del torrente. No llevaba documentación. Ni teléfono móvil. Hasta el lugar se desplazaron de inmediato varias patrullas de la Policía Local de Marratxí y de la Guardia Civil.
Los agentes estuvieron rastreando el lugar en busca de algún tipo de indicio o pista que ayude a esclarecer. También se avisó a una forense y a la jueza de guardia, que ordenó el levantamiento del cadáver. Según fuentes próximas al caso, el cuerpo sin vida del hombre llevaba unas 12 horas allí, ya que algunos residentes explicaron a los agentes que estuvieron paseando por el torrente y no vieron nada extraño.
Los primeros indicios apuntan a que la violenta agresión se produjo en el mismo torrente, que actualmente no lleva agua. Los agentes tratan de averiguar cómo llegó la víctima allí y también su agresor o agresores, ya que no es una zona de tránsito habitual de personas, sino que es utilizada normalmente por los vecinos más próximos para dar un paseo. Caso abierto.