Centenares de familiares, amigos y allegados de Guiem Comamala se han congregado este miércoles por la noche en la iglesia de Sant Marçal, en Marratxí, para darle el último adiós. Guiem, de 20 años y fallecido el pasado viernes 23 tras ser arrollado por un yate en el puerto de Cala Bona mientras pescaba, vivía en el Pla de na Tesa y era un conocido jugador de voleibol, así como un estudiante de Matemáticas «brillante».
La facultad de Matemáticas y Estadísticas de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC), en Barcelona, donde estudiaba el joven, le rendirá un homenaje el próximo 9 de septiembre, el primer día de curso. «Lo echaremos en falta siempre en nuestras aulas, pero lo tendremos en nuestro corazón», publicó la facultad en ‘X’ (antes Twitter). Numerosos clubes de voleibol de Mallorca también lamentaron su fallecimiento en sus respectivas redes sociales.
El funeral en memoria de Guiem Comamala ha tenido lugar en una jornada en el que el patrón del yate 'La Luna' ha sido citado en calidad de investigado por la Guardia Civil. Los agentes le imputan los delitos de homicidio y de omisión del deber del socorro. En la mañana de este miércoles, el acusado ha acudido acompañado por su representante legal a la Comandancia de la Benemérita, en la calle Manuel Azaña de Palma, donde ha permanecido unas horas.
Los responsables del caso, que han entrevistado a marineros y patrones que han trabajado en la lujosa embarcación, tratan de averiguar si el capitán intentó huir de Mallorca en avión tras el accidente. Una mujer explicó a este periódico que se trata de un hombre que ha protagonizado numerosas fiestas a bordo del yate con chicas jóvenes y alcohol.
La tripulación de ‘La Luna’ sostuvo en un primer momento que no se habían percatado del golpe mortal con el bote de Guiem, pero los agentes consideran que esta versión no es creíble. Los responsables de la embarcación limpiaron el yate antes de que fuera precintado, supuestamente, para borrar las posibles huellas de la fiesta que habían celebrado a lo largo del día anterior. Sin embargo, fueron fotografiados lanzando vasos de tubo vacíos al muelle de Porto Cristo, mientras despejaban a toda prisa la embarcación, una Riva 66 Ribelle de bandera alemana y casi 20 metros de eslora, que está valorada en más de cuatro millones de euros.