Los WhatsApp de clase de los colegios los carga el diablo. Agentes de la Policía Nacional en Palma detuvieron el pasado miércoles a una mujer de nacionalidad colombiana, de 23 años de edad, como presunta autora de un delito de lesiones. Los hechos ocurrieron ese mismo día de madrugada, en la barriada de Camp Redó. Una llamada a la central de emergencias del 091 informó que una mujer había sufrido una agresión con un arma blanca.
Los policías se entrevistaron con una familiar de la víctima, la cual manifestó que su sobrina había sido agredida por una mujer a la que conoce del colegio de sus hijos. Al parecer, todo habría comenzado por un grupo de mensajería instantánea de padres de alumnos del colegio de sus hijos en el que ambas mujeres se profirieron amenazas e insultos mutuamente, habiendo denuncias previas al respecto. Ese mismo día, la agresora llamó a la víctima para ajustar cuentas pendientes, presentándose la misma con un cúter en la mano, iniciándose una pelea. La mujer hizo uso del cúter atacando a la víctima realizando varios cortes por diversas partes del cuerpo y provocándole diversas lesiones graves.
La agresión finalizó con la llegada de un familiar de la víctima, momento en el que la agresora huyó en un vehículo. La víctima, de nacionalidad española, tuvo que ser trasladada rápidamente a un centro hospitalario, ya que presentaba cortes por diversas partes del cuerpo como la cara, cabeza, antebrazo, hombro, entre otras, y había perdido mucha sangre, teniendo que necesitar asistencia médica y multitud de puntos de sutura.
Los agentes hicieron las gestiones oportunas, corroborando que la supuesta agresora se encontraba en la oficina de denuncias de esta Jefatura interponiendo la correspondiente denuncia, por lo que los policías procedieron a su detención como presunta autora de un delito de lesiones.
23 años y con hijos ya en edad escolar. La "víctima" no es tampoco ninguna monja, porque accedió a quedar por la noche para ajustar cuentas, pero la colombiana viene de zona de guerra y ha visto más cosas y se la calzó. Espero que se recupere, pero ni una ni otra valen un céntimo; mala educación tendrán sus hijos seguro.