El mallorquín acusado de matar a un hombre tras el último concierto de Karol G en el estadio Santiago Bernabéu en Madrid ha sido puesto en libertad este viernes. El agresor figura como investigado por un delito de homicidio imprudente tras propinar un golpe que acabaría propiciando el fallecimiento de un empleado de banca vigués.
El acusado ha abandonado este viernes las dependencias policiales en las que estaba detenido desde la madrugada del pasado miércoles. Al joven mallorquín de 33 años se le han impuesto entre las medidas cautelares se le ha retirado el pasaporte y tiene la prohibición de abandonar el territorio nacional. Además, tiene que comparecer cada quince días en el juzgado hasta que concluya la causa que instruye el juzgado de Instrucción nº 54 de Madrid.
El mallorquín habría argumentado en un primer momento de la detención, que se produjo apenas unos segundos después del fatal incidente, que se defendió. «Pensaba que iba a ser agredido y me he intentado defender propinándole un puñetazo en la cabeza», expresó en un primer momento en el lugar de los hechos, donde fue detenido apenas segundos después fue detenido por dos agentes de la Policía, que se encontraban a pocos metros regulando el tráfico con motivo del concierto y habían sido alertados por un viandante.
A la espera de la autopsia a la víctima, la familia confía en las cámaras de seguridad de la zona y en los testigos presenciales, además de en la propia declaración de la novia de la víctima, capaz de identificar al grupo al permanecer la videollamada conectada durante la agresión. Precisamente este extremo demuestra para la familia que no fue «una discusión ni un malentendido», sino un ataque «super violento, brutal y totalmente gratuito».