Una de las trabajadoras del local de la extorsión por la banda de los Hell Angels en la Platja de Palma se ha dado de baja y se despide por miedo. La joven se vio envuelta en medio de la pelea entre el líder de los Ángeles del Infierno y el dueño del local hasta el punto de que le cayó sobre su cabeza un cuadro (cristal) que le provocó una brecha por donde manaba abundante sangre. La empleada, también fue víctima de amenazas o advertencias por parte de los integrantes de la banda, pero la mujer tiene miedo y no quiere declarar. El temor es tan grande que ha decidido no dar los 15 días reglamentarios y poner fin a la relación laboral.
El día que se produjo la brutal agresión, en el establecimiento también había otras personas y clientes. De hecho, según fuentes próximas a la propiedad del establecimiento, son muchos los alemanes residentes en Mallorca que son habituales del local que por miedo han decidido dejar de acudir.
La propiedad estima que las pérdidas ocasionadas son muy elevadas y que su mujer le está presionando para vender el restaurante e incluso abandonar la Isla. La víctima de la agresión, desde el hospital donde permanece ingresado, apunta que siente una gran impotencia porque tras demostrar con las cámaras de seguridad el ataque y reconocer el líder de la banda la agresión, el juez los dejó en libertad. Es más, no les quitó el pasaporte y las medidas preventivas son mínimas.