El niño de tan solo 4 años fallecido en Magaluf se ocultó en la secadora jugando al escondite. Según fuentes próximas al caso a las que ha tenido acceso Ultima Hora, el pequeño, al no tener colegio se quedó en casa de su abuela y su tía. Los hechos sucedieron en una vivienda ubicada en la avenida s'Olivera. En un momento dado, la abuela tuvo que ausentarse momentáneamente del domicilio para realizar una gestiones dejando a cargo de la criatura a su tía.
Dormida en el sofá
Pasado un tiempo, esta mujer se quedó dormida en el sofá y el niño aprovechó para acceder a la terraza y meterse dentro de la secadora. La mala suerte quiso que la puerta de la máquina se cerrara quedando atrapado en su interior. De hecho, el forense que acudió hasta el lugar del suceso detectó que presentaba heridas en los nudillos de los golpes que daba la criatura para intentar salir. Sobre las 14 horas, a la llegada de la abuela, se interesó por el niño al que no encontraban por la vivienda. Rápidamente, acudieron a la zona de la coladuría donde lo encontraron fallecido.
Los familiares entraron en shock y alertaron a los equipos de emergencia. Con suma celeridad se desplazaron hasta el lugar varias ambulancias del Servei d'Atenció Mèdica Urgent (SAMU061), Guardia Civil y Policía Local de Calvià.
Muerte
A su llegada, el personal facultativo trató de estabilizar al niño, pero lo único que pudieron hacer fue certificar su muerte, alertar al forense de guardia y comunicar los hechos al juzgado de Instrucción Número 9 que este jueves se encontraba en funciones de guardia. Una vez allí, se ordenó el levantamiento del cadáver y el mismo fue trasladado hasta el Instituto de Medicina Legal de Palma donde está previsto que en las próximas horas se le practique la autopsia.
Las primeras patrullas del instituto armado alertaron a sus compañeros de la Policía Judicial de Calvià quienes se desplazaron hasta la vivienda para hacerse cargo de la investigación de la causas del siniestro y tomar declaración a todos los testigos.
Por lo que apunta la investigación, el niño tenía bastante normalizado esconderse como juego. Sus familiares ya le habían reñido en varias ocasiones por este motivo. En la vivienda también viven animales de compañía y para facilitar la entrada y salida de los perros a la terraza la puerta estaba abierta. Está previsto que la investigación siga su curso y el informe de la autopsia será determinante para confirmar la teoría de los investigadores del caso.