La Policía Nacional detuvo en Palma a un hombre, español de 38 años, acusado de asaltar un apartamento en Cala Rajada y apoderarse de varios aparatos electrónicos y de un vehículo mientras los inquilinos dormían. Fue precisamente la geolocalización de uno de los móviles robados los que alertaron a los agentes de su posición horas después de producirse el robo. El juez de guardia envió a prisión al delincuente el pasado viernes día 27 de julio. Tres días después, y tras cambiar de defensa y ser asistido por Miguel Ángel Ordinas, consiguió quedar en libertad.
Los hechos, según fuentes próximas al caso, tuvieron lugar alrededor de las 6.00 horas del 26 de julio. El ladrón aprovechó que los inquilinos de un piso de la calle Sant Andreu de Cala Ratjada dormían para colarse en interior del inmueble y hacerse con todo lo que encontró a su paso: unos Airpods, una mochila, un portatil Apple, dos iPhone, una maquinilla de cortar el pelo y las llaves de un Opel Cabrio. Los perjudicados se dieron cuenta minutos después de lo ocurrido y horas más tarde denunciaron los hechos en el cuartel de la Guardia Civil de Artà.
El padre de familia activó la geolocalización de los terminales móviles y estos aparacieron en la calle Gregorio Marañón de Palma. Al tener conocimiento de esto, la Benemérita avisó a la Policía Nacional.
Allí intentó vender el material a la clientela de un salón de juegos, encontrando la negativa de la gente. Después de esto se marchó. Al llegar los agentes a la zona, una trabajadora dio la descripción del chico, que se encontraba por la zona y al ver a la policía intentó huir y esconderse en un parking, pero fue interceptado y arrestado por los funcionarios. El hombre había cumplido una pena de diez años de prisión por varios delitos.