Yassin Kanza, el marroquí de 25 años detenido el miércoles tras haber asesinado con un machete al sacristán de la iglesia de La Palma, Diego Valencia, y herido al párroco de San Isidro Antonio Rodríguez, no estaba «siendo seguido por agentes de información o de otros grupos policiales, ni en los últimos días ni anteriormente». Así lo ha confirmado la Delegación del Gobierno en Cádiz, que afirma que el arrestado «no tiene antecedentes penales ni por terrorismo, ni en España ni otros países aliados».
Yassin K. entró de forma irregular en España en 2019 y residía en el país desde entonces. No se ha precisado la manera en que entró. La Policía Nacional sí abrió un expediente de expulsión por situación irregular en junio del año pasado. Este procedimiento administrativo se ejecuta con todas las garantías y su conclusión no es inmediata, según explica el Ministerio del Interior.
Ese es el único rastro que consta en los archivos de la Policía Nacional, cuyos investigadores se centran ahora en el entorno del arrestado para encontrar posibles «instigadores» de su ataque y si pertenecía a alguna organización criminal.
Dentro de esa investigación se están llevando a cabo varios interrogatorios y en la madrugada del miércoles al jueves se procedió al a se ha procedido al registro de la vivienda ocupada de la calle Sevilla en el que residía el detenido junto a otros dos jóvenes.
Además, los agentes se centran en las redes sociales del arrestado y de su entorno y en los dispositivos encontrados al supuesto autor del crimen (un móvil) y el resto de material incautado en la casa.
Yassin K. permanece en dependencias policiales de Algeciras en espera de ser trasladado a Madrid y ser puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, donde le tomará declaración el juez de refuerzo Joaquín Gadea.