La sentencia del 'Caso Cursach' certifica las absoluciones de todos los acusados, incluidos los dos policías locales a los que se mantuvieron los cargos, Gabriel Mayol y Josep Mayans. El tribunal de la Sección Primera considera que, de lo visto en el juicio se pueden desprender indicios de graves delitos cometidos por el juez instructor, Manuel Penalva y el fiscal, Miguel Ángel Subirán. Por eso deduce testimonio contra ambos por prevaricación, detención ilegal y coacciones a testigos. De esta manera, abre un segundo frente judicial contra ambos, ya procesados en el TSJIB.
Además de juez y fiscal, la sentencia también deduce testimonio contra diez testigos de los que declararon en el juicio por mentir, entre ellos, la inspectora del Grupo de Blanqueo, 'El Ico' y uno de los principales denunciantes: el dueño del bar sa Trobada, que mantuvo los cargos contra dos agentes de la policía local ahora absueltos de forma definitiva.
También se aprecian indicios de falso testimonio y de obstrucción a la justicia contra el resto de acusaciones particulares: Ángel Ávila y José Manuel Bover, los empresarios de Palma y Calvià que acusaron a Cursach en un primer momento. Junto a ellos incluye a dos agentes de la Policía Local, hermanos entre sí, también denunciantes.