La esquiadora paraolímpica Úrsula Pueyo ha ratificado en el juicio que su excuñada la denunció por un falso atropello. Nunca existió. La acusada ha insistido que la deportista trató de arrollarla junto a su hija en Esporles. La procesada ha declarado este miércoles que en julio de 2018 fue a ver a su hijo por su cumpleaños a casa de su abuela y dejó el coche en un aparcamiento de minusválidos.
«Me bajé del vehículo con mi hija y vi a Úrsula en el coche insultándome para que quitara el mío. La ignoré por completo y seguí andando con mi hija, que me dijo gritando que me quitara. Úrsula iba detrás con su coche y me siguió hasta que pude comprobar que me grababa con el móvil y me insultaba». La enjuiciada ha añadido que la deportista paraolímpica intentó atropellar a las dos. «Yo tengo miedo de esta mujer porque he sufrido acoso por su parte», ha zanjado.
La hija de la mujer ha indicado que en ningún momento hubo peligro de que su tía Úrsula Pueyo las atropellara. «Le dije a mi madre que se apartara para dejar pasar el coche porque la calle Balladors de Esporles es peatonal. No hubo ninguna discusión entre mi tía y mi madre».
La Fiscalía pide una multa de 24 meses a razón de 10 euros diarios por un delito continuado de denuncia falsa. El Ministerio Público considera que la mujer también denunció en falso a su exmarido, entre 2014 y 2017, hasta en seis ocasiones. Todas se archivaron. «Todas las denuncias que he puesto a mi exmarido han sido por hechos que han ocurrido», ha afirmado la acusada. Eduardo Luna, el abogado de Úrsula Pueyo, solicita una indemnización de 60.000 euros por daños morales.
La esquiadora paraolímpica ha explicado que la denuncia del falso atropello le ha afectado «mucho». «Yo trabajo en un centro de menores, en Es Pinaret, y tengo que dar ejemplo. Me dedico al deporte de manera profesional y debido a esto he perdido muchos entrenamientos y no he podido asistir a las competiciones».