Drogado y a 205 kilómetros por hora en la carretera de Sóller, en el término de Bunyola. La Guardia Civil ha cazado a un motorista de 25 años, español de origen colombiano, que además de ese delito cometió el mismo día otra infracción grave circulando por el mirador de ses Barques. El pasado domingo, a las nueve y cuarenta minutos de la mañana, amaneció un día espléndido, por lo que la carretera de Sóller comenzó a llenarse de coches, en dirección a la Serra de Tramuntana.
El Grupo Operativo del Sector de Tráfico colocó una serie de radares móviles y en ese momento, en un tramo recto pasado Palmanyola, los agentes cazaron a un motorista a 205 kilómetros por hora, en una zona donde la velocidad máxima está limitada a los 90 kilómetros por hora. Se trataba de una Yamaha RS 6, de gran potencia, que se dirigió hacia la Ma-10, la carretera donde habitualmente las motos realizan carreras.
Una hora después, otro radar de la Benemérita lo grabó a 75 kilómetros por hora en un tramo de 50. Fue entonces cuando lo interceptaron y dio positivo en el control de drogas. Además, una de las letras de la matrícula -la G- tenía el esmalte levantado y desde lejos parecía un C, lo cual supone otra infracción grave.
Ahora, el joven se enfrenta a unas sanciones económicas considerables por las multas acumuladas y a un delito contra la seguridad del tráfico, ya que circular a 205 km/h está considerado más que una infracción. Las fuentes consultadas indicaron que a esa velocidad, y con la cantidad de coches que había en la carretera ese domingo, podría haber ocurrido «una tragedia».