Agentes de la Unidad de Seguridad Privada de la Policía Nacional han levantado numerosas actas de sanción a una empresa de servicios que realizaba, presuntamente, de forma totalmente ilegal, servicios de seguridad privada. Es decir, lo conocido en el argot policial como una empresa de seguridad ‘pirata'. Por estos motivos, los implicados se enfrentan a una sanción que puede llegar a los 600.000 euros.
Los hechos se remontan tiempo atrás cuando la propiedad de un hotel de Portocolom decidió reformar las instalaciones del complejo. La dueña, de accionariado mallorquín, dividió la obra en varios industriales (constructoras): fontanería, albañiles, yeso, carpintería etc... Una de estas subcontratas, tras mantener un encontronazo profesional con la propiedad se le comunicó la rescisión del su contrato. Lejos de resolver este asunto en el juzgado correspondiente, los responsables de la constructora contrataron a una empresa de porteros (controladores) y los pusieron en la puerta de acceso a la obra del hotel. Una vez allí, impidieron a todos los obreros, arquitecto, aparejador e incluso a la propiedad, acceder al interior del complejo.
Hace unos días, el inspector, jefe de Seguridad Privada y una subinspectora acudieron al lugar, comprobaron que el personal que allí se encontraba estaba realizando intrusismo profesional y que actuaba al margen de lo que estipula la ley. Por ese motivo, se les levantaron numerosas actas sancionadoras que han sido remitidas a la Delegación del Gobierno. Todas ellas tipificadas como faltas «muy graves».
Por otra parte, los agentes recordaron a todas las partes implicadas que estos conflictos de índole profesional deben dirimirse en los juzgados. Finalmente, la obra está siendo custodiada por dos empresas homologadas de seguridad privada. Ahora, también se investigan otras posibles irregularidades de la empresa sancionada.