Si algo ha distinguido a Rafael Nadal es la solidez de una familia unida en todos sus flancos. Eso, quedó de nuevo patente en un momento único y especial para el extenista de Manacor, donde tienen su raíces. No faltó prácticamente nadie en el palco de Roland Garros, el que se ubica en uno de los fondos de la pista central, la Philippe Chatrier, en las primeras filas y con una perspectiva privilegiada.
Ante él, el pequeño atril desde el que Rafael Nadal se dirigió a los presentes. A los suyos y los que abarrotaron el recinto hasta completar el aforo en un día único. En primera línea, los más allegados; empezando por su esposa, Mery Perelló, siempre portando al pequeño Rafa júnior. La esposa del deportista tuvo a su vera a Maribel, la hermana del protagonista y uno de sus mayores apoyos. Al otro lado, Sebastià Nadal y Ana María Parera, los emocionados y orgullosos padres del catorce veces ganador del Grand Slam sobre tierra batida, a quienes la intensidad del momento les pudo en ocasiones.

Sin dejar la primera línea, allí se ubicó otro miembro ilustre de la saga. Quien probablemente más horas ha pasado con Rafael. Su tío, mentor, entrenador, confidente... Toni Nadal tampoco pudo esconder la intensidad de una tarde irrepetible, en un escenario especial para ambos. Junto a él, Joana Maria Vives, su esposa y también testigo directo del crecimiento de la leyenda. Completaba esa hilera Carlos Costa, el hombre de confianza en la gestión de la carrera del deportista y con el tiempo amigo personal y parte indisoluble de la vida del rey de Roland Garros.
Núcleo duro
Más allá de esa primera fila, el resto del palco contó con pleno de los Nadal Parera. Sus abuelas, Isabel y María Ana, de 94 y 92 años, aplaudieron a rabiar y emocionadas a su feliz nieto. Junto a ellas, el resto de los hermanos Nadal Homar: Maria Magdalena, Miquel Àngel y Rafael, cerrando esa fila quien ha sido su último entrenador y el que le tendiera la mano a su llegada al circuito profesional, Carlos Moyà -acompañado por su hijo- y Benito Pérez-Barbadillo, responsable de comunicación del extenista de Manacor.
Más arriba, sus tías Lara Fraire y María Barceló -esposas de Miquel Àngel y Rafael Nadal-, sus primos Silvia, Joan o Toni, y el grueso de su equipo de trabajo personal, con Jordi Robert 'Tuts', el imprescindible doctor Ángel Ruiz-Cotorro o Rafel Maymó, junto a amigos personales y de la familia completaron el espacio reservado para la familia del protagonista del día. Y de la historia del Roland Garros, donde regresó un año después de su salida exprés y unos meses después de rozar las medallas en los Juegos Olímpicos de París junto a Carlos Alcaraz, quien junto a otros amigos como Pau Gasol no faltaron a la cita con una leyenda a la que, como siempre, no le faltó el aliento de los suyos.