Rafa Nadal vivió este domingo un emotivo adiós en Roland Garros, el escenario donde forjó gran parte de su leyenda. En un acto cargado de recuerdos y agradecimientos, el tenista quiso rendir tributo a todos los que han formado parte de su carrera, desde el personal del torneo hasta su inseparable tío y exentrenador, Toni Nadal.
Pero uno de los momentos más destacados —y también más entrañables— de la ceremonia llegó cuando se dirigió a Mery Perelló, su esposa y madre de su hijo. Entre risas y aplausos, Nadal confesó haber extraviado la hoja donde tenía escrito su mensaje para ella: «La verdad es que he perdido una hoja que tenía preparada, pero creo que es fácil de arreglar, Mery... no la necesito», dijo con humor, arrancando una ovación del público mientras buscaba el texto entre sus papeles.
Finalmente, al encontrarlo, se dirigió a Mery con palabras que emocionaron a todos: «Eres mi mejor compañera de vida. No nos podíamos imaginar en 2005 que estaríamos aquí 20 años después como una familia. Has estado siempre donde te he necesitado, apoyándome desde una posición no siempre fácil. Espero hacerte tan feliz como tú me lo has hecho. Los dos sabemos que este último año y medio no ha sido fácil, pero gracias a tu comprensión, tu apoyo y la energía y felicidad que nos da cada día nuestro hijo, todo ha sido mucho menos complicado».
Mery Perelló ha estado presente en la vida de Rafa desde sus primeros pasos como profesional, acompañándole discretamente pero con firmeza en los buenos y malos momentos. En esta emotiva despedida, Nadal quiso reconocer públicamente ese papel fundamental que ha tenido en su vida y en su carrera.
La mque mejor le aguanta dirá,parece buena chica