El Camí de Ca na Verda es la vía de entrada -y salida- de El Hoyo. El asentamiento ilegal, levantado en una zona inundable entre el Secar de la Real y Establiments que se ha convertido en un dolor de cabeza para Cort y para los vecinos y residentes en las zonas próximas. Esta 'urbanización' es un territorio sin ley al que apenas llega Correos, habiendo instalado unos buzones en el acceso a la zona habitada para que la correspondencia llegue a su destino. Otra cosa es el alumbrado y el servicio de limpieza. El agua, no es problema para sus habitantes.
Víctima de un vacío legal que ha abierto las puertas a sus residentes, la mayoría de etnia gitana. Se calcula que un millar de personas habita en ese espacio que vio la luz allá por los años 70, pero que recientemente ha saltado a las primeras páginas de la crónica negra. Es un espacio que intimida a quien no habita allí o lo desconoce. En el que la presencia de un extraño provoca que muchos ojos se asomen a las ventanas para seguir sus pasos y recelen de él.

La vía principal, que se desvía del Camí de Ca na Verda, es empinada, con el pavimento abombado e irregular; contrasta con la reciente superficie de cemento y hormigón que cubre y allana algunas de las calles del fondo, al final del asentamiento, de la 'urbanización' y que se ha construido de manera tan irregular como lo es el origen del poblado. En alguno de esos tramos, incluso, se ha preparado una canalización que no se ha cubierto, llamando la atención ese cambio de trazado tras un largo paseo sobre tierra y piedras.
Las obras en las casas, de planta baja en su práctica totalidad, se perciben a simple vista. Con barra libre para edificar, derribar o modificar, al margen del Ajuntament de Palma y su ordenación urbanística, la improvisación está al orden del día en algunas de las construcciones. Otras muestran un estado más adecentado, coincidiendo en algunos casos con esas zonas hormigonadas en las que la lluvia y el barro no son obstáculo para circular, como en el grueso de El Hoyo.
El narcotráfico (marihuana principalmente), el asesinato de Remedios Cortés en 2020, operaciones policiales... El historial reciente de El Hoyo y su situación al margen de la norma convierten al Disseminat 4 1/16 Secar de la Real número 7 en un punto caliente en el que la impunidad urbanística también está al orden del día. De ahí que se puedan cimentar y hormigonar calles o construir sin necesidad de pedir autorización ni permiso a nadie.
El libre albedrío impera en el urbanismo de El Hoyo, donde no hay dos casas iguales. Ni tampoco dos calles calcadas. Un asentamiento que sigue creciendo al margen de la legalidad y sin encontrarse por parte del Ajuntament una solución definitiva a un problema que lleva décadas enquistado y, ante la falta de servicios, ha acabado por agotar incluso a sus habitantes.
Dona mal rotllo viure allà només pel nom. HAHAHA