Entre toneladas de basura, los agentes de la Policía Nacional patrullan estos días la barriada palmesana de ‘Corea'. El objetivo durante el estado de alarma es doble: por un lado evitar que se reactiven los puntos de venta de drogas y, por otro, controlar que los vecinos no se salten la cuarentena y paseen como si tal cosa.
Un equipo de Ultima Hora se empotró en el operativo policial, que peinó las calles adyacentes a los populares bloques de viviendas. «¿Nos puede explicar qué hace por la calle?», le piden los agentes a un hombre de barca, con chándal. El peatón explica que va a comprar al supermercado y tras facilitar la dirección de su casa, se comprueba que ese ‘súper' es el que le toca. Por tanto, se salva de los 600 euros de multa.
Otros, en cambio, no tienen tanta suerte. Algunos son interceptados cerca de pisos sospechosos y todo indica que van a comprar su dosis. Sin embargo, como no confiesan sus verdades intenciones es imposible aclarar este extremo.
Lo que más llama la atención de los policías, sin embargo, son las montañas de basura que se acumulan en ‘Corea'. Una suciedad que rivaliza con Son Banya. Por el suelo hay de todo y de todos los colores: plásticos, mascarillas usadas, guantes, restos de comida o juguetes de los niños, ahora abandonados. Un vecino desvela el misterio: «Es que hay algunos que directamente tiran las bolsas de basura en los solares, no en los contenedores de basura». El virus, allí, es el incivismo.